SANTIAGO.- La Federación de Asociaciones de Funcionarios de la Universidad de Chile manifestó hoy su malestar por la entrega de un reajuste de sueldos de un 2,8 por ciento promedio, que según el presidente del organismo Carlos Abarca, significa una pérdida de un 1,7 por ciento respecto del Indice de Precios al Consumidor (IPC) que el año pasado alcanzó un 4,5 por ciento.
El dirigente además, señaló que es tanto responsabilidad del gobierno como del Ministerio de Educación proveer de estos recursos para satisfacer la demanda, agregando que se sienten "defraudados" del rector Luis Riveros en este aspecto, quien "en los primeros años de su gestión tuvo una actitud más decidida en defender los beneficios del personal", que según el último registro alcanza los 4.800 trabajadores sin considerar a los que están a honorarios.
Abarca dijo también que en la institución académica "existe un verdadero caos" con respecto a las remuneraciones, que no hay una política que ordene el tema a nivel de universidad y tampoco un ordenamiento en el ámbito de cada facultad, donde -dijo- cada decano "maneja su propia planta y sus propios recursos".
Añadió que tal situación traerá un "distanciamiento" en las relaciones con el rector Riveros a partir de marzo, asegurando que si se mantiene la decisión de aplicar sólo este aumento "el próximo año optaríamos por no involucrarnos en el tema de la elección de rector independiente de cual sea el candidato".
Por su parte, el vicepresidente de la agrupación, Jorge Villarroel, dijo que quienes cumplan funciones iguales dentro de la universidad deben ganar la misma remuneración. "En una función tenemos un grado de sueldo que tiene una brecha de tres sueldos en cada función. En algunas facultades ganamos 100.000 pesos y en otras por la misma función y con los mismos alumnos se gana 300 y a veces hasta 400.000 pesos".
