SANTIAGO.- Medio centenar de familias indígenas ocuparon ilegalmente hoy terrenos de la empresa forestal Mininco para obligar al gobierno a negociar la devolución de las tierras que reclaman por derecho ancestral.
Los terrenos ocupados bordean un sector de la ribera del río Lanalgue, unos 500 kilómetros al sur de Santiago.
La movilización es una más de las decenas de manifestaciones de indígenas mapuches que hace más de un mes reiniciaron con fuerzas sus protestas en demanda de lo que consideran sus tierras ancestrales y que hoy están en manos de grandes empresas madereras.
Las protestas incluyen fuertes refriegas con policías, que han dejado heridos en ambos bandos.
Si bien la mayoría de los mapuches logra huir, tres detenidos hace una semana fueron enjuiciados ayer por una fiscalía militar que los acusó de agredir a policías.
Uno de los indígenas sometidos a proceso está en un hospital tras sufrir heridas al ser alcanzado por balines de goma.
Otro, Héctor Llaitul, ha sido calificado como el "jefe militar de la Coordinadora Arauco-Bio-Bío", lo que es rechazado por el gobierno por considerarla una exageración.
Políticos de oposición derechista han denunciado que los mapuches son ayudados por algunos individuos extranjeros, lo que también fue desmentido por el gobierno y los manifestantes.
En enero, varias decenas de encapuchados, presuntos mapuches según los empresarios y la policía, quemaron algunas hectáreas de siembras de trigo y avena y atacaron algunos campamentos de las forestales.
De las centenares de comunidades mapuches del sur del país, sólo unas pocas son las que protestan y se rebelan contra el gobierno.
Los mapuches son los habitantes originarios de Chile y la mayor parte de sus tierras fueron usurpadas por los colonizadores españoles en el siglo XV. Más tarde, el gobierno chileno virtualmente los confinó en el sur y hoy viven en la extrema pobreza, en comunidades que carecen de servicios básicos.