SANTIAGO.- El ministro chileno de Defensa, Mario Fernández, dijo hoy que la decisión de adquirir una docena de aviones cazabombarderos F-16 a Estados Unidos se "mantiene en pie" y agregó que se está en la etapa de negociaciones.
El titular de Defensa recordó que el gobierno dio su aprobación para que la Fuerza Aérea de Chile (FACH) negociara para la adquisición de estos aparatos, "después de una evaluación técnica que la propia FACH realizó y que el gobierno avaló".
Recalcó que lo que se ha abierto hasta el momento "son sólo negociaciones" y afirmó que en este proceso en Estados Unidos intervienen una serie de factores no sólo técnicos sino también políticos.
La semana pasada medios políticos y periodísticos estadounidenses criticaron la venta de los cazas a Chile con el argumento de que ello desatará una carrera armamentista en la región.
Según los parlamentarios estadounidenses, el nivel de tecnología bélica de estos aparatos es "potencialmente desestabilizador" para Latinoamérica, por lo que sugirieron al presidente George Bush, "vender de manera segura F-16 usados" a Chile, lo que el gobierno del presidente Ricardo Lagos descartó de plano.
"Una vez abierto el proceso de negociaciones, especialmente en un país como Estados Unidos, con un sistema político tan complejo y con intereses tan distintos, se abre una polémica que fue lo que ha dado marco a esta intervención de senadores que le han pedido al Presidente Bush que no venda estos aviones a Chile", dijo Fernández.
El ministro también señaló que si en un momento dado "la empresa que vende aviones no está en condiciones de satisfacer esas necesidades, habrá que revisar la decisión".
"Obviamente que la decisión sigue en pie y la Fuerza Aérea está negociando con la Lockeed Martin la adquisición de aviones y vamos a ver como sigue hasta el plazo que nosotros hemos dado y que es hasta fines de este año", puntualizó.
La Fuerza Aérea Chilena recomendó al gobierno del presidente Lagos adquirir doce F-16 estadounidense tras un proceso de varios años de análisis en que fueron considerados también el avión francés Mirage 2000-5 y el sueco JAS-39 Gripen.
La compra de estas naves requerirá una inversión de unos 600 millones de dólares y tiene por objeto reemplazar una flota de antiguos aparatos T-37 "Dragonfly", cuya vida útil ya ha llegado al límite.
