SANTIAGO.- El ministro (s) de Agricultura, Arturo Barrera, informó hoy que cerca de 500 hectáreas, de las dos mil 500 que tiene el valle de Lluta, presentarían daños, entre los cuales está "la destrucción de 85 bocatomas vinculadas al río que provee de riego al valle, imposibilitando en el corto plazo el riego para los cultivos agrícolas".
Así lo señaló en una entrevista en radio Chilena, agregando que pese al contratiempo descarta la posibilidad que la zona norte se quede sin los alimentos que provee la agricultura.
"No prevemos un desabastecimiento en las regiones del norte", aseguró el funcionario de Gobierno, precisando que en la medida que se reponga rápidamente el riego en la zona se aleja esta posibilidad.
Por eso, indicó que su Ministerio se está preocupando de buscar soluciones accesorias y de rápida respuesta como la compra de motobombas, pues la reconstrucción de las bocatomas requiere que el caudal esté definitivamente en niveles bajos.
Junto con ello, reiteró que entre el conjunto de medidas anunciadas está la reprogramación de las deudas que tienen los productores del valle de Lluta, que corresponden aproximadamente a 600 millones de pesos, aplicándose "en los casos que así lo ameriten".
"Para eso -continuó el ministro (s)- nosotros hemos dispuesto 200 millones de pesos, y adicionalmente a eso estamos abriendo una línea de bonificación especial para apoyar a productores que han perdido sus cultivos, animales o maquinarias para que repongan sus inversiones, eso complementado con los créditos que podrían ascender entre 400 y 500 millones de pesos", informó.
Junto con el problema de la desaparición de las bocatomas, indicó que el otro gran problema consiste en el deterioro de las tierras cultivables, ya que algunas de las 500 hectáreas dañadas tienen pérdidas "bastante irrecuperables porque se las llevó el río, las tapó con piedra o se llevó la capa más productiva del suelo", explicó.
El ministro (s) estima que las precipitaciones deberían ir declinando, descartando que se repita un aumento del caudal en el río Lluta como el de la semana pasada, aunque aclaró que el clima es una variable imprevisible.