SANTIAGO.- Los directores del Hospital de Talca, Rafael Silva, y del Servicio de Salud del Maule, Raúl Silva, informaron hoy que todos los antecedentes recopilados hasta ahora en la investigación de la muerte de cinco lactantes que fueron alimentados con suero contaminado en el Hospital de Talca, indican que esa nutrición intravenosa se contaminó con el bacilo "Cereus" en la farmacia del recinto asistencial.
La tragedia comenzó el 12 de enero, cuando en cuestión de días fallecieron tres recién nacidos que recibieron suero. Otro bebé sufrió muerte cerebral y el jueves 15 de febrero último ocurrió el deceso de un quinto pequeño a consecuencia de los graves trastornos que le provocó el complemento nutricional.
A fin de esclarecer las causas de estos dramáticos hechos, se llevó a cabo una auditoría técnica, en la cual participaron el Instituto de Salud Pública (ISP), el Ministerio de Salud y otras entidades del área.
Según explicó el director del Servicio de Salud del Maule, los datos recopilados por esa auditoría indican que presumiblemente la contaminación pudo haber ocurrido en la Unidad de Preparación de Alimentación Parental en la farmacia del Hospital de Talca, donde se habría infectado con el bacilo Cereus un frasco de lípidos que se utilizan en la preparación de suero.
Esa bacteria fue encontrada en la sangre de siete de los nueve lactantes que recibieron alimentación intravenosa, así como en las bolsas de los preparados, en la matriz de lípidos y en el ambiente de la unidad donde se prepararon los productos.
Al respecto, el doctor Rafael Silva dijo que una de las sospechas es que durante la preparación de alimentos hubo un quiebre en la técnica de asepsia. "Sin embargo, -aseguró- la negligencia no está demostrada y el sumario administrativo que está pronto de concluir, junto a los tribunales de justicia, determinará si la hubo o no".