QUITO.- Se mantiene la incertidumbre por el estado de salud del ejecutivo chileno Germán Scholtz, quien se encuentra secuestrado desde octubre pasado en la selva amazónica de Ecuador, ya que hasta el momento no hay ningún reporte oficial al respecto.
Sin embargo, informaciones de fuentes allegadas al Comité de Crisis -conformado por el gobierno ecuatoriano, las embajads y los representantes de la empresa petrolera donde trabajaban los siete técnicos secuestrados, entre ellos Scholtz- aseguraron que el estado de salud del ciudadano chileno podría ser delicado.
En tanto, continúan las negociaciones del Comité de Crisis, a fin de lograr la liberación de los plagiados, puesto que los secuestradores demandan para ello 13 millones de dólares.
Por ahora continúa el patrullaje de las Fuerzas Armadas y de la policía ecuatoriana para determinar la ubicación de los siete técnicos.
Se complica negociación
El domingo 18 fueron detenidos en Ecuador siete campesinos acusados de colaborar con los secuestradores del chileno Germán Scholtz y de otros seis extranjeros, lo que habría complicado las negociaciones con los captores.
El operativo se produjo un día antes del contacto radial programado para fijar la forma de entrega del rescate de 13 millones de dólares. Sin embargo, presumiblemente debido a las detenciones, la comunicación no se habría producido.
Según informaciones entregadas por el diario "El Comercio" de Quito, los siete aprehendidos eran campesinos de la zona de Cascales - cerca de la frontera de Colombia- y habrían sido capturados después de un extenso seguimiento de los militares.
Se trataría de personas que vivían ahí y que entregaban alimentos y otros encargos de los secuestradores, que se encuentran internados en la selva. También se les acusa de colaborar con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), guerrilleros colombianos.
Aunque el área se encuentra fuertemente custodiada por personal castrense, hasta ahora no habían actuado en este caso, en que las negociaciones son llevadas a cabo por la empresa petrolera en que trabajan lo rehenes.
No se sabe si la operación se produjo por una falta de coordinación entre las dos partes o si todo estuvo calculado, ya que tras la captura es posible identificar mejor el lugar donde se esconden los secuestradores, pero no se descarta que se hayan desplazado alertados por la detención de sus colaboradores.
La Cruz Roja Está Lista Para Intermediar
El vocero de la Cruz Roja Internacional en Quito, Cristián Rivera, dijo a "El Mercurio" que todavía no hay ninguna solicitud oficial para la intervención del organismo en la entrega de los rehenes, una de las exigencias de los secuestradores.
Según explicó Rivera, en el momento en que se formalice la petición para la cooperación del organismo internacional, se coordinará con Colombia el envío de un delegado del comité internacional de la Cruz Roja. Esto, porque en ese país existe un grupo especialista en el tema de la entrega de rehenes, debido a la gran cantidad de secuestros que se producen por los conflictos con grupos paramilitares y guerrilleros.
La empresa pagará además el rescate, acordado en 13 millones de dólares. La entrega del dinero se había acordado para fines de la semana pasada, pero la empresa sólo habría logrado reunir siete millones del total debido a las exigencias de los secuestradores: billetes de cien dólares, de distintas series, sin marcas y repartidos en paquetes de plástico para protegerlos de la humedad.
Tras la postergación del pago, los negociadores debían contactarse con los secuestradores el lunes, lo que no se habría llevado a cabo.
Según informó el diario "El Comercio" de Quito, en un momento se temió por la vida del ingeniero chileno Germán Scholtz, debido a que sufre de arritmia cardíaca y no se le habrían mandado sus remedios. Sin embargo, los secuestradores habrían dado garantías de que se encuentra en buenas condiciones.
El vocero de la Cruz Roja dijo que aunque aún no se les solicita ayuda, existe plena disposición de cooperar. Su labor consistiría en ser un intermediario neutral, pero no participarían en la negociación, sino que sería un apoyo humanitario que faciliaría el intercambio y verificaría el estado de salud de los rehenes.
Los siete secuestrados se encuentran en la zona de Sucumbíos, cerca del límite con Colombia. El área fronteriza se ha transformado en las últimas semanas en escenario de secuestros y enfrentamientos violentos, ya que ahí se refugian narcotraficantes, ex guerrilleros y otros delincuentes.
Se presume que los que tienen a los rehenes extranjeros son unos veinticinco delincuentes comunes, pero liderados por un ex guerrillero colombiano, cuya nacionalidad se habría identificado por su acento a través de los contactos radiales.
Ya han pasado más de cuatro meses desde que se produjo el secuestro desde el campamento de una empresa petrolera. Aunque en un principio eran 10 los rehenes, dos franceses se escaparon a los pocos días de ser capturados y a fines de enero fue asesinado un norteamericano, como advertencia por el no pago del rescate.
Quedan entonces, además del chileno Scholtz, otros cuatro estadounidenses, un argentino y un neozelandés.