DISCURSO DE INAUGURACIÓN AÑO JUDICIAL 2001.
Hernán Alvarez García
Presidente Santiago, 1 de marzo de 2001.
Antes de dar comienzo a esta cuenta, debo hacer algunas referencias preliminares.
Los señores Ministros de esta Corte, Oscar Carrasco Acuña y Guillermo Navas Bustamante, casi simultáneamente, hace poco más de un mes, se acogieron a jubilación, como consecuencia de haber cumplido el límite máximo de edad para el desempeño del cargo. Ambos, como lo destacaré al término de esta audiencia, dejan sus altas funciones después de una dilatada y exitosa carrera al servicio de la justicia y del país.
En situación similar está don Enrique Paillás Peña, quien fuera Fiscal de esta Corte, por cuanto se acoge también a jubilación al final de una extensa y meritoria carrera judicial.
Con fecha 27 de diciembre pasado, se incorporó como Ministro de este Tribunal don Jorge Medina Cuevas, en la vacante que dejara el Ministro Roberto Dávila Díaz, fallecido inesperadamente el 27 de enero de 2000. Esta designación como se advierte, se efectuó casi al cabo de un año de producida esa vacante.
Deseamos y confiamos que el Ministro señor Medina, dada su larga trayectoria judicial, experiencia y reconocida prudencia, tendrá un eficiente desempeño en su nuevo alto cargo.
El año pasado, además, se acogieron a jubilación por haber cumplido el límite máximo de edad, doña Raquel Correa Campusano y don Rafael Huerta Bustos, ambos Ministros de la Corte de Apelaciones de Santiago y don Hernán García Zavala, Ministro de la Corte de Apelaciones de Talca, los cuales prestaron meritorios servicios a la justicia.
En el mes de diciembre último y, después de una larga y penosa enfermedad, dejó de existir doña Violeta Guzmán Farren, quien fuera distinguida y apreciada Ministra de la Corte de Apelaciones de Santiago.
A continuación, entro a especificar la cuenta que debo rendir, advirtiendo que las opiniones que exprese son personales y, en consecuencia, no comprometen a los señores Ministros de esta Corte.