SANTIAGO.- El Centro de Control Satelital de la Fuerza Aérea de Chile (FACh) seguía hoy la cuenta regresiva de la estación espacial rusa MIR antes de la anunciada caída de sus restos al Pacífico Sur, la madrugada del viernes.
En contacto directo con el Centro de Control de Vuelos Espaciales de la Federación Rusa, los ingenieros y técnicos chilenos se mantienen alerta, ante la posibilidad de que algunos de los 1.500 fragmentos de la MIR se desvíen de su violento descenso, a más de 3.000 km por hora, y caigan en algún punto del sur de Chile, informó a la AFP una fuente que prefirió omitir su identidad.
"Estamos en alerta y compartiendo información con todos los organismos especializados", señaló por su parte el director de la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (ONEMI), Alberto Maturana.
La Cancillería, que a fines de febrero fue informada sobre el descenso y la destrucción de la MIR en aguas del Pacífico, entre las costas de Nueva Zelanda y Chile, manifestó su "molestia" a las autoridades rusas e instruyó a su embajador en Moscú, Pablo Cabrera, para que no concurra a presenciar la operación en el Centro de Vuelos Espaciales, tras la invitación que recibió.
"Es una forma más de protesta", dijo el martes la canciller Soledad Alvear, al recordar que el Gobierno del Presidente Ricardo Lagos envió "varias notas" a Moscú para expresar su inquietud por el uso del Pacífico Sur como "cementerio" de equipos espaciales.
La postura chilena, según anunció la canciller, será expuesta en los foros internacionales, en procura de una legislación internacional que impida estos incidentes.
En la Isla de Pascua, posesión chilena del Pacífico situada 3.760 km al oeste, la mayoría de sus 3.000 habitantes no se mostraron alarmados ante la inminente caída de la estación rusa, 500 km al sur de sus playas.
Pero el gobernador de la solitaria isla, Alfredo Tuky Pate, indicó el miércoles que éste "es un tema delicado, porque Rusia debió llevar sus inmundicias a su país y no lanzarlas a cualquier parte".
"Una vez que el aparato entre en la atmósfera prácticamente desintegrado, no sabemos si vamos a recibir en la isla más de un pedazo de lo que fue la estación rusa MIR", agregó el gobernador.
La Línea Aérea Nacional (LAN Chile) no suspendió sin embargo sus vuelos entre Santiago y ese territorio insular, pero desvió su ruta en 100 km hacia el norte, para quedar fuera del área de restricción que estableció la Dirección General de Aeronáutica Civil.
Un Boeing de la compañía tenía previsto salir de Santiago a las 22:45 horas GMT, para encontrarse en pleno trayecto hacia Pascua a la hora de la caída de la estación espacial, informó LAN Chile.
Las 137 toneladas de la a MIR, que se quemarán al entrar en la atmósfera después de 15 años en órbita terrestre, se dispersarán sobre el océano en una zona de unos 200 km de ancho por 6.000 km de largo, más cerca de Nueva Zelanda que de Chile, según los últimos informes provenientes de Moscú.
Unos 1.500 fragmentos, con un peso total de aproximadamente 20 toneladas, caerán a las aguas hacia las 06:20 horas GMT del viernes, cuando en Chile sean las 02:20 de la madrugada.
Este es el segundo incidente que envuelve a Chile en los percances de la carrera espacial rusa en poco más de 14 años, luego que la sonda espacial Marte-96 cayó frente a sus costas con una carga de plutonio, cuando se desvió de su órbita 48 horas después de su lanzamiento desde el cosmódromo de Baykonur, el 16 de noviembre de 1996.
La estación MIR, sin embargo, "no tiene a bordo instalaciones nucleares, fuentes de energía nuclear ni combustible nuclear", aseguró un comunicado de la Embajada rusa en Santiago.