CURICO.- A causa de una aguja quirúrgica que fue encontrada al interior de su útero dos años después de someterse a una cesárea de parto en el Hospital Base de Curicó en el año 1994, Ana María Salazar presentó una querella por cuasi delito de lesiones en contra del centro asistencial.
La mujer, además, sostuvo que el hospital no ha respondido como ella esperaba, y que por temor a que el cuerpo extraño afecte su salud decidió presentar el recurso legal.
El abogado de la denunciante, Julio Herrera, informó que el objetivo del libelo acusatorio consiste en "establecer las responsabilidades penales que existen, porque aquí hay un caso evidente de negligencia".
Por su parte, el director del Hospital de Curicó, doctor Carlos Rojas, aseguró que "ese cuerpo extraño que tiene en su organismo no le va a crear ningún tipo de problemas, a excepción de uno de tipo psíquico, de saber que tiene un cuerpo extraño que no debiera estar en su organismo", explicó el facultativo.