SANTIAGO.- El Servicio Agrícola y Ganadero tomará nuevas medidas para evitar el contagio de fiebre aftosa y del mal de las vacas locas, entre las cuales no se descartan limitar la entrada de lácteos importados, como asimismo de productos cereales debido a la contaminación cruzada.
No obstante, las resoluciones que adopte la autoridad sanitaria se conocerán en las próximas horas, previa publicación en el diario oficial.
La presunta limitación a los productos lácteos se basa en que no hay acuerdo entre los científicos sobre si la leche sería vía de transmisión de la fiebre aftosa entre los animales.
El director del SAG, Lorenzo Caballero, señaló que el resguardo del patrimonio sanitario del país, que aún permanece libre de estas dos enfermedades, es tarea de todos los chilenos.
Por ese motivo cuando Argentina reconoció la existencia de varios focos de fiebre aftosa en su territorio, la autoridad chilena reaccionó tomando medidas como la prohibición de la entrada de carne trasandina, y adoptando rígidos controles aduaneros.
Respecto del mal de las vacas locas, el SAG, que sólo está facultado para eliminar animales enfermos, determinó el sacrificio de más de 50 vaquillas procedentes de Dinamarca, donde se han detectado nuevos puntos de esta enfermedad.
Ante ello, el agricultor afectado presentó un recurso ante la Corte de Apelaciones de Santiago la cual lo acogió y dictó una orden de no innovar, respondiendo el SAG con un recurso de protección por el patrimonio nacional.
Al respecto, Caballero dijo que "esto nos hace tener cierto grado de aprehensiones en el sentido que esta situación podría ser replicada para otros fenómenos sanitarios", dijo el director del SAG agregando que este recurso no aporta a la conservación del patrimonio fito zoo sanitario.
Sobre la determinación de eliminar a las vaquillas, precisó que decisiones de esa índole se toman ya que nadie puede garantizar un riesgo cero en estos casos.
Respecto a la importación de productos lácteos, el jefe del Departamento de Protección Pecuario, Hernán Rojas, señaló que no existe ningún peligro para el ser humano, ya que la enfermedad de las vacas locas y aftosa no se transmite al hombre, salvo a través de la carne en el caso de las vacas locas.
