VALPARAISO.- Por 66 votos a favor, 37 en contra y 3 abstenciones, la Cámara de Diputados ratificó la derogación de la pena de muerte del sistema judicial chileno, faltando sólo la promulgación del Presidente de la República y su publicación en el Diario Oficial.
La ley establece la privación de libertad efectiva por un período de 40 años y suprime la condena a muerte como máximo castigo del proceso penal en el país.
Al respecto, el ministro de Justicia, José Antonio Gómez, señaló que "es algo histórico, es una ley que saca de la legislación chilena una pena tan irracional e inhumana como la pena de muerte".
El secretario de Estado agregó que "derogar la pena de muerte significa mirar hacia el futuro, sin perjuicio de los pequeños problemas que se puedan ocasionar".
En Chile desde hace más de quince años no hay ejecuciones de condenados a muerte, producto de indultos u otras acciones judiciales. Efectivamente la última sentencia ejecutoriada se realizó en enero de 1985 en contra de los ex carabineros Jorge Sagredo y Carlos Topp Collins -llamados los sicópatas de Viña del Mar, luego de que cometieran 10 asesinatos y cuatro violaciones-, debido a que el resto de las condenas fueron indultadas sucesivamente por los ex presidentes Patricio Aylwin y Eduardo Frei.
De esta manera, con la aprobación y despacho de la iniciativa, propuesta en una moción por el senador Juan Hamilton (DC) y patrocinada por el Ejecutivo, la abolición de la pena de muerte en Chile comenzará a hacerse efectiva en breve, manteniéndose la pena capital en el Código de Justicia Militar para su aplicación sólo en tiempos de guerra.
El texto legal establece que el presidio perpetuo calificado significa que el condenado a dicha pena deberá permanecer privado de libertad de por vida, con la posibilidad de pedir libertad condicional sólo cuando haya cumplido 40 años de presidio efectivo, la que podrá ser concedida por la mayoría absoluta del pleno de la Corte Suprema.
Los legisladores, tanto de la Concertación como de la derecha, han señalado que la iniciativa es más dura que la actual, porque la pena capital se ha aplicado en el país sólo 58 veces y ninguna en los últimos 20 años, lo que implica una derogación tácita; y se aplica el presidio perpetuo, pero con la posibilidad de solicitar la libertad condicional al cumplir 20 años de privación de libertad.
Una vez despachado el proyecto por el Congreso y convertido en ley, la pena de muerte quedará eliminada de la legislación chilena en conformidad al Pacto de San José, suscrito por Chile, donde se consigna que una vez abolida no puede volverse a reponer.
Alberto Espina: "Grave error"
El diputado de Renovación Nacional (RN) Alberto Espina, calificó la decisión como "un grave error", ya que los delitos a los que puede aplicarse este castigo son muy excepcionales.
El parlamentario explicó que en Chile la pena de muerte sólo existe para cinco delitos: el robo con homicidio, el robo con violación, el secuestro con violación, el secuestro con homicidio y el parricidio.
Asimismo agregó que para que a una persona se le aplique la pena de muerte, debe cumplir con una serie de "requisitos" que son: ser un delincuente reincidente en delitos de la misma gravedad; no tener ninguna circunstancia atenuante; ser condenado por plena prueba y no sólo por presunción; ser condenado unánimemente por los ministros de la Corte de Apelaciones y Corte Suprema; la Corte Suprema no tiene que haber hecho uso del decreto de indulgencia presidencial, y finalmente, no tiene que haber sido indultado.
"Se trata de delitos excepcionalísimos y yo creo que derogarla en la práctica significa una señal obvia de mayor debilidad respecto a la delincuencia, en momentos en que el país lo que tiene que hacer es exactamente lo contrario, que es enfrentar la delincuencia con mayor rigor, que es lo que la gente pide", enfatizó el parlamentario.
Según Espina, con la derogación de la pena de muerte los delincuentes se van a sentir más aliviados y la ciudadanía más atemorizada, "y cuando en un país se legisla así, obviamente lo que estamos haciendo es legislar mal".
Con respecto a la argumentación realizada por el ministro de Justicia en el sentido de que puede darse un "error judicial" y con esto ejecutar a un delincuente en forma errónea, Alberto Espina afirmó que ese mismo error judicial puede darse en el caso de una persona que es condenada por 40 años y muera dentro de la cárcel. "El error judicial se da en cualquier tipo de delito. Ahora, es curioso que en Chile nos preocupemos del error judicial. ¿Por qué no nos preocupamos del error judicial que significa dejar a los delincuentes libres siempre?".
Juan Hamilton satisfecho con la decisión
El senador DC Juan Hamilton, precursor de la iniciativa, calificó como "muy importante" la resolución de la Cámara de Diputados de derogar la pena de muerte del Código Penal chileno.
Sin embargo, según explicó, el proyecto deberá volver al Senado, debido a que el artículo referido a la libertad provisional fue rechazado por la Cámara de Diputados.
"La idea nuestra en el Senado es insistir y estamos seguros de que tanto diputados como senadores de la comisión mixta, repondremos en definitiva la disposición que no alcanzó el quórum y que ésta contará con los votos suficientes tanto en la Cámara como en el Senado", dijo el parlamentario.
No obstante este detalle, Hamilton se manifestó muy satisfecho y afirmó que se trata de un avance "extraordinariamente importante en la pelea por la vida".
Con respecto a las declaraciones realizadas por el diputado Alberto Espina en el sentido de que la abolición de la pena de muerte es una mala señal para la delincuencia, el senador DC afirmó que "estamos hablando de la vida. Es un fin, no es un medio para dar señales a nadie".
