SANTIAGO.- Abogados querellantes contra la polémica ex Colonia Dignidad están pidiendo que la Corte de Apelaciones de Talca cambie el interrogatorio que le hará el 10 de abril próximo a una mujer que quiso fugarse del predio -en febrero pasado- y ordene que sea examinada por peritos del Servicio Médico Legal.
El viernes pasado, el tribunal que tiene competencia sobre el enclave habitado por germanos, ubicado en Parral (345 kilómetros al sur de Santiago), dejó en acuerdo el recurso de amparo que se emitió a favor de la ciudadana Doris Gert Brenneck y la llamó a comparecer para saber si realmente quiso fugarse de la Colonia, ya que no consiguó su objetivo.
El abogado Hernán Espinoza explicó hoy que su colega querellante Hernán Fernandez presentó un recurso de reposición a lo obrado por los jueces, en el que pide que se cambie la diligencia por un peritaje psicológico a Gert Brenneck, de 31 años y nacida en la ex Colonia.
Espinoza dijo que sospechan de lavados de cerebro en el predio, ya que anteriormente personas que trataron de escapar y declararon ante los jueces "repetían un discurso que parece aprendido de memoria".
Por esta razón, sostuvo, es imprescindible un análisis del estado mental de la mujer.
La solicitud de los querellantes se debería resolver entre hoy y mañana, según reveló el profesional.
La semana pasada, dirigentes de la ex Colonia rechazaron las declaraciones que formuló durante una breve estadía en Chile el vicecanciller de Alemania, Ludger Volmer, en el sentido de que los miembros de esa secta están contra su voluntad en el predio, y desafiaron al gobierno alemán a visitarlos y entrevistarse con todos.
Volmer, quien asistió a la reunión de cancilleres del Grupo de Río que se efectuó en Santiago, manifestó que la ex Colonia sigue siendo preocupación de Berlín y que su gobierno está presionando para que puedan salir unos 300 ciudadanos de origen alemán que viven allí, pues se violarían sus derechos humanos y estarían prisioneros.
En carta pública enviada al canciller Joschka Fischer, los dirigentes aseguraron que con la partida a Alemania -el sábado antepasado- de una de sus fundadoras, Hilde Ritz, se demuestra que no hay encierros y que la mujer actuó con plena libertad de acción y negaron además que se tratara de una fuga.
Sin embargo, el vicecanciller Volmer sostuvo al respecto que la salida del reducto alemán de Ritz se efectuó con varios contratiempos y reveló que su gobierno ayudó a la mujer a abandonar Chile con rumbo a Francfort.
La ex Colonia, fundada hacia 1961, ha sido acusada de servir como centro de detenciones ilegales, torturas y ejecuciones bajo la dictadura de Augusto Pinochet (1973-90).
Sobrevivientes a la estadía en ese lugar han testimoniado que Paul Schaefer, líder del reducto, fue "profesor" de torturas de la DINA (la policía secreta de Pinochet) y que hasta mató con su pistola a al menos un detenido.
Por estas razones, el recinto perdió su personería jurídica al inicio del gobierno de Patricio Aylwin (1990-94), por lo que siguió funcionando como "Villa Baviera".
A partir de ese año se acumularon querellas contra Schaefer por violaciones sodomíticas contra menores y por irregularidades contables, entre otros cargos. Desde 1996, el hombre que regía en forma omnímoda los destinos de sus connacionales, es prófugo de la justicia.
En este lapso se han efectuado no menos de 20 allanamientos en busca de Schaefer o de eventuales restos de detenidos desaparecidos, todos frustrados ya que el lugar está surcado de bunkers subterráneos y contaría con una red de protección nacional e internacional, según han denunciado parlamentarios chilenos.