iniciativa busca precisar realidad de comunidades en el exterior. Se haría por medios electrónicos, asumiendo las embajadas la tarea de difusión.
El Ministerio de Relaciones Exteriores estudia la posibilidad de que el censo de 2002 se realice también a los chilenos que viven fuera del país, con el propósito de tener estimaciones claras de cuántos son, qué hacen y dónde viven.
La información que allí se recoja será de utilidad en caso que se apruebe el proyecto de ley que les otorga el derecho a voto y que está en tramitación en el Parlamento.
Las estimaciones indican que habría alrededor de un millón de chilenos viviendo en el extranjero.
El embajador Eduardo Ortiz tiene a su cargo la Dirección para las Comunidades Chilenas en el Exterior (Dicoex), creada el año pasado para lograr una mayor integración con lo que la Canciller Soledad Alvear ha llamado "la de-
cimocuarta región de Chile".
El proyecto, precisa el personero, contempla censar a los chilenos repartidos por el mundo para tener una información más detallada, para lo cual se está conversando con el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Hasta ahora, las reacciones a la iniciativa han sido muy positivas y lo más probable es que el sondeo se realice por medios electrónicos y con un formulario un poco distinto al que se aplicará en el país, pues habrá que adecuarlo a una realidad diferente, se explicó.
En la Cancillería hay conciencia de que será imposible llegar a todos los chilenos que viven afuera, pero se confía en que se logrará tener un buen acercamiento porque, en general, responden favorablemente a cualquier proyecto que los involucra.
La promoción del censo se realizará a través de embajadas, consulados y también por los medios de información electrónicos, que tienen gran llegada entre las comunidades en el exterior. Además, se contactará a los dirigentes de las comunidades en el exterior, para que ayuden a dar a conocer la actividad.
En cuanto a los costos, los análisis oficiales señalan que, dada la metodología que se empleará, no debieran ser muy altos. Si bien todavía no hay una estimación, la puesta en marcha del censo podría ser financiada entre la Cancillería y el INE.
Votación con
Registros Electorales
Respecto a la implementación de elecciones en caso de aprobarse el proyecto que concede el derecho a votar a los chilenos que residen en el exterior, la materia también está en estudio, aunque hay claridad respecto que de todas formas deberá aplicarse un sistema de registros electorales.
El proceso estaría a cargo de los cónsules, señaló Ortiz, que oficiarían como funcionarios del Servicio Electoral. Esto no debería suponer un problema, pues ya asumen tareas como las de notarios.
Ellos recibirían los materiales propios de una votación - cuaderno de registro, papeletas, lápices y urnas- y tendrían a su cargo velar por la limpieza del proceso, la que sería, además, garantizada por apoderados o representantes de los distintos candidatos.
Se contempla que los chilenos que viven en el extranjero sólo participen en votaciones de carácter nacional, es decir, comicios presidenciales o plebiscitos. Ante este escenario, el directivo de Dicoex plantea que no será problema que no tengan domicilio en Chile, como lo requerirían los distritos y circunscripciones parlamentarias.
Respecto a la creencia de que la gran cantidad de exiliados que se quedó en el extranjero favorecería a la Concertación, la opinión del representante de Dicoex apunta a que es imposible predecir esa tendencia. Por un lado, no se sabe con exactitud qué porcentaje representan y, además, también es factible que se inclinen por la izquierda extraparlamentaria.
Otro dato no menor que maneja el Ministerio de Relaciones Exteriores es la migración económica, que durante los últimos años ha tenido un aumento y que no tiene un perfil político claro.
Utilidad de la Información
Desde su creación el año pasado, la Dicoex se ha abocado a la tarea de precisar los datos que se tienen sobre las comunidades en el exterior.
Las informaciones que tienen los consulados son imprecisas pues muchos chilenos no se acercan a inscribirse en los registros, cuenta Ortiz.
El uso de Internet ha favorecido, sin embargo, durante el último tiempo - dado el creciente uso de la red- el contacto con personas de las que no se tenían antecedentes.
Según los análisis existentes en la Cancillería, aquí la importancia está en el aprovechamiento que el país puede hacer de la experiencia alcanzada por estas personas, con un impacto no menor sobre el grado de desarrollo.
"Tenemos gente destacada en múltiples actividades que pueden ser un aporte en sus ámbitos, como la ciencia o la cultura - plantea- . No están los canales para que cuando vengan dejen algo en Chile. Hay catedráticos que podrían realizar un semestre en nuestras universidades".
Otro aspecto destacado es la factibilidad de incrementar el apoyo consular, pues los chilenos que residen en el extranjero viven realidades diversas, algunos incluso en situaciones de pobreza.