SANTIAGO.- Una familia de escasos recursos económicos, desesperada por la grave enfermedad que afecta a su hija menor, ingresó hoy a la embajada de Dinamarca en Santiago y pidió asilo en ese país europeo.
Se trata del ciudadano chileno Patricio Ossa y su esposa, Maritza Quezada, cuya hija de un año y cuatro meses está afectada por una fibrosis quística, enfermedad degenerativa que causa daños progresivos e irreversibles a distintos órganos.
El agobiado padre, conductor de microbuses, señaló que en estos momentos no tiene cómo salvar la vida de su hija debido a lo costoso del tratamiento, razón que lo llevó a pedir "asilo en calidad de refugiados por razones humanitarias".
Patricio Ossa dijo que la dramática decisión de asilarse con su familia, que integran otros tres hijos, la adoptó pues ninguna de las gestiones que ha hecho a nivel de Gobierno y parlamentarios ha dado frutos.
En febrero pasado, Patricio Ossa intentó encadenarse en un mástil del edificio en Santiago del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) para llamar la atención sobre su caso.
"Desde que le diagnosticaron la fibrosis a mi hija, ella no ha sido atendida como corresponde. Se le ha negado el derecho a la salud y a la vida. Dos veces ha estado al borde de la muerte y no queremos esperar que ocurra una tercera vez", dijo Ossa.
En una carta dirigida al embajador de Dinamarca en Chile, Bent Kiilerich, los padres de la niña apelan "a la sensibilidad" del embajador y las autoridades danesas para revertir el destino de su hija que "aquí en Chile se muere lentamente y su vida se acorta".
La familia invoca en su petición de asilo la Convención Internacional de los Derechos del Niño, suscrita en noviembre de 1989.
La familia Ossa permanece en un estacionamiento interior del recinto diplomático, que hoy estaba cerrado por ser festivo legal en Dinamarca, aunque hasta el lugar llegaron funcionarios de la delegación diplomática que comenzaron un diálogo con los padres de la menor.