SANTIAGO.- Durante toda la mañana de hoy prestaron declaraciones ante el ministro en visita Hernán González, la residente alemana Renate Malessa junto a sus dos hijos, Sigfrid y Georg Hempel Malessa, quienes huyeron de la ex Colonia Dignidad en 1997 y fueron detenidos el martes en Santiago.
El ministro González lleva la investigación de supuestos abusos sexuales cometidos por el jerarca del reducto germano, Paul Schaefer Schneider.
El titular del Primer Juzgado de Letras de Parral, Ricardo Riquelme, tomó declaración hasta las tres y media de la madrugada a la mujer, y a los dos jóvenes, quienes desde 1997 no habían sido hallados por la justicia.
"La madre de los menores quedó en libertad, puesto que al prestar declaración se cumplió el objetivo del arresto. Respecto de las otras dos personas, uno de los menores quedó a disposición del tribunal por el Juzgado de Menores, en un hogar del Sename y el mayor quedó libre", explicó el magistrado a Radio Cooperativa.
Entre otras diligencias, Riquelme ordenó la custodia de los involucrados y la posterior comparecencia ante González y, además, dictaminó la práctica de exámenes físicos a los dos jóvenes, diligencia que se efectuaría en los próximos días.
Desde hace cuatro años el Tribunal de Menores de Parral requirió a ambos menores para obtener sus declaraciones en la recopilación de antecedentes en el caso de sustracción de menores contra la ex Colonia Dignidad.
En 1997, el entonces magistrado Jorge Norambuena dictó una orden de retención y protección aún pendiente.
La acción se basa en un escrito del abogado Hernán Fernández que expone los constantes esfuerzos desarrollados por el enclave alemán para impedir la acción de la justicia y posibilitar que Shaefer eluda sus responsabilidades en los supuestos delitos de abusos sexuales.
El abogado de Villa Baviera, Cristián Valero, cuestionó la legalidad de la detención de ambos jóvenes y anunció la presentación de un recurso de amparo.
En un verdadero vuelco del Caso Dignidad, la Policía de Investigaciones encontró en Santiago a menores alemanes que huyeron de Villa Baviera en 1997.
La historia de ambos menores, que hasta hace cuatro años permanecían en el internado intensivo de la Villa Baviera, constituye uno de los capítulos más olvidados del enclave alemán.
Los testimonios de ambos podrían revelar los abusos deshonestos y violaciones sodomíticas atribuidas al propio Schaefer.