SANTIAGO.- Como "intransigentes, extremistas y, sobre todo, poco solidarias con el resto de la educación superior" consideró la Juventud de la UDI las movilizaciones realizadas esta semana por las federaciones de estudiantes de las universidades pertenecientes al Consejo de Rectores, en contra de la reforma al Fondo Solidario.
Esto luego que las entidades agrupadas en la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) se manifestaran en varias ciudades del país en rechazo a la participación de privados en el financiamiento a la educación superior, a que éste se extendiera a todos los planteles y que se entregara la administración de la deuda a terceros para asegurar el posterior pago de los créditos.
La presidenta de la Juventud de la UDI, María José Hoffmann, afirmó que "creemos que estos hechos se deben sólo a actitudes oportunistas, egoístas por no permitir que nadie más que esas universidades tengan acceso a la educación".
"Lo que aquí se está defendiendo no es más que la ideología trasnochada de un sector político que en nada representa lo que se está viviendo en nuestro país, que carece de representatividad y que está viendo perder uno de sus últimos bastiones en el camino a su desaparición", enfatizó.
Hoffmann dijo que es una realidad que se arrastra desde hace varios años el hecho que el actual sistema de financiamiento de la educación superior es insuficiente. "Las falencias que este sistema presenta ya no soportan más las soluciones parches con que los diferentes gobiernos de la Concertación les han hecho frente, lo que requieren es un cambio de fondo", remarcó.
Añadió que ante esto la autoridad lanzó ahora una propuesta que, si bien es un avance, debe ser estudiada y discutida con mayor profundidad, pero dejando siempre fijas ciertas bases fundamentales, como lo son la inyección de recursos por parte del sector privado, la ampliación del crédito a todos los sectores de la educación superior, y la mejora del sistema de retorno de los recursos ya prestados.
"Lamentablemente estos aires de cambio no fueron comprendidos ni aceptados por algunos sectores de la educación superior. Paradojalmente, esta vez los que antes pedían una reforma ahora la rechazan", concluyó.