SANTIAGO.- De "jugar con la salud de las personas" que cotizan sus prestaciones en el sistema privado, acusó hoy a las Isapres el diputado y presidente de la comisión de Salud de la Cámara Baja, Guido Girardi.
Así lo denunció el legislador esta mañana al entregar antecedentes que a su juicio demuestran que las prestadoras de servicios de salud discriminan a mujeres ofreciéndoles planes "sin útero" para una mejor prestación y a los adultos mayores aumentándole los pagos en sus cotizaciones debido al alto riesgo en dinero que les significa una enfermedad catastrófica o terminal.
Con ello, Girardi indicó que dichas prácticas pueden realizarse gracias a la ley. No obstante, las Isapres si bien no han caído, están al borde de caer en la inconstitucionalidad con su acción discriminatoria porque "vulnera el derecho" de cada chileno de acceder libre y con mejores condiciones a la salud.
"Las Isapres primero yo creo que tienen un sesgo ético y en segundo lugar yo creo que aquí también hay una controversia legal a la acción inconstitucional que están desarrollando que a mí me parece gravísimo, lo que demuestra que a este sistema no le interesa la vida, salud de las personas y le interesa sacarle a las personas su dinero", expresó.
Según los datos que maneja la Superintendencia de Isapres, unas 20.000 mujeres tienen planes "sin útero" es decir, que no les cubren los gastos de embarazo.
Ante este panorama instó nuevamente al Gobierno a jugarse por una reforma integral solidaria y las modificaciones al sistema de salud privado para que se terminen "los abusos", porque actualmente un hombre paga 10.800 pesos promedio por su plan de salud, mientras que la mujer en edad fértil debe pagar 27.000 pesos y el adulto mayor ve aumentada su cotización a 50.800 pesos.
Así también, llamo a modificar la ley de modo que las instituciones de salud previsional tengan un plan referencial que informe de los derechos y deberes de los cotizantes, al que se pueda regular con determinados beneficios en común acuerdo con el afiliado y eliminar los 47.000 programas de prestación existentes que lo único que hacen -dijo- es confundir al usuario.