SANTIAGO.- El subsecretario de Aviación, Nelson Haddad, indicó hoy que las autoridades chilenas esperarán el desarrollo de las conversaciones entre el Congreso y el Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y luego asumirán una decisión sobre la propuesta que éstos planteen en torno a la venta de aviones F-16 a la Fuerza Aérea de Chile (FACh).
Según una información entregada ayer por el diario The New York Times, Bush habría llegado a un acuerdo con los senadores demócratas de su país para vender a Chile esas naves de combate, pero sin el moderno sistema AMRAAM (misiles avanzados aire-aire de alcance medio), el cual es parte del equipamiento del F-16.
En ese plano, Haddad dijo que "hay que dejar en claro que ésta es una versión que hemos recibido a través de la prensa, pero no existe todavía una notificación formal a las autoridades chilenas, por lo que no corresponde emitir un juicio prematuro en esta materia".
Al respecto, señaló que "vamos a esperar el desarrollo de las conversaciones entre el Congreso y el Presidente de EE.UU. y una vez que tengamos en definitiva el mérito completo de su propuesta, analizaremos su contenido y asumiremos las decisiones que más convengan a los intereses del país".
El subsecretario de Aviación explicó que "de acuerdo al esquema institucional de Estados Unidos, en este tipo de materias, al igual que en los tratados de libre comercio, el Presidente requiere de la aprobación del Congreso norteamericano, en este caso, del Senado".
Nelson Haddad afirmó que no comparte las aprensiones que tienen los legisladores demócratas respecto de la venta de F-16 a Chile. Estos sostienen que de adquirir estas naves, nuestro país podría desestabilizar el equilibrio de armamento en Latinoamérica, dada la tecnología de punta de los F-16.
"No comparto para nada esa apreciación. Por el contrario, yo creo que la comunidad internacional ha sido testigo que Chile es un país esencialmente pacifista, que actúa apegándose a las normas de Naciones Unidas y al derecho internacional. Chile no tiene ninguna intención de promover una carrera armamentista o de dominación territorial", recalcó.
"Aquí se trata simplemente de reemplazar un avión de combate de la FACh, el A-37, que ya ha cumplido el máximo de tiempo de su vida útil y que presenta fatiga de material, lo cual es peligroso para los pilotos", concluyó.