SANTIAGO.-El ministro de Vivienda y Urbanismo, Jaime Ravinet, destacó hoy los beneficios que implica para las familias de bajos ingresos, entre 150 ó 180 mil pesos mensuales, el postular a viviendas "estándar mínimas" del Serviu, que no necesitan de un crédito hipotecario y a las que el Estado otorga un subsidio, y a la vez, garantías a los bancos en caso de morosidad o no pago.
El secretario de Estado explicó, en conversación con radio Agricultura, que estas soluciones habitacionales consisten en una construcción "mínima" (de allí su nombre), "que es crecedora, que no significa crédito hipotecario y el Estado da una garantía a los bancos, especialmente para que sectores más pobres puedan acceder al crédito financiero".
Señaló que al no haber deuda hipotecaria, "cualquier ahorro o mayor ingreso que tenga la familia lo va a poder dedicar a expandir o mejorar su casa, esto es mucho más franco, más sincero y eficiente y nos permite incrementar las soluciones a los sectores más pobres sobre los programas de ahora", dijo.
Detalló que el sistema de garantía a los bancos funciona de la siguiente manera: "Si la familia debe 300 UF al sistema bancario y la casa sale en 200 UF al remate, quedan 100 UF que nosostros garantizamos en un 75 por ciento o un máximo de 200 UF (a la entidad financiera que otorga el crédito bancario).
Explicó que el Serviu primero entrega un subsidio al banco que procesa el crédito. "Hay un subsidio en la diferencia de tasas, de manera que no le afecte al deudor y en caso de no pago o de morosidad, nosotros respondemos si el valor del remate no cubre el crédito hipotecario, lo cual da mayor seguridad a los bancos para meterse en este financiamiento".
Por otra parte, destacó que hay programas que han sido exitosos por 20 años, pero que hoy requieren revisión, "primero porque Chile ha progresado en términos de ingreso per cápita, porque la gente tiene expectativas más grandes, en términos de confort y porque los terrenos han subido".
Asimismo, dijo que estos programas suponen un ahorro y una capacidad de pago que el sector más pobre de los chilenos no tiene. "Por eso mismo se ha preferido sincerar la realidad y proveer, basado siempre en el ahorro familiar, pero a través de un subsidio, una vivienda que sea un estándar mínimo, dececente, con buena urbanización y que el propietario la pueda ir haciendo crecer según sus recursos".