Santiago.- El nuevo cónsul general de Chile en Bolivia, Edmundo Pérez Yoma, viajará el próximo martes -por primera vez en su nuevo cargo- a La Paz para reunirse con el canciller de ese país, Javier Murillo.
El ex ministro de Defensa del presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle (1994-2000) y embajador en Argentina del mismo gobierno, fue nombrado por el primer mandatario chileno, Ricardo Lagos, quien le dio a su cargo el rango de embajador pese a que no hay relaciones diplomáticas desde 1978, cuando Bolivia rompió vínculos al no hallar solución a su demanda por una salida al mar.
En Santiago se estimó que este encuentro tiene un valor muy positivo ya que, en términos diplomáticos, significa que será recibido por Murillo en calidad de embajador, lo que estaría demostrando que su designación fue tomada con satisfacción.
La determinación de Lagos de enviar a Pérez Yoma, quien ayudó a lograr las mejores relaciones históricas con Argentina y que obtuvo un destacable acercamiento con Perú como ministro de Defensa, fue visto como un signo de la importancia que le otorga Santiago a los vínculos con la nación vecina.
En semanas precedentes, el cónsul Pérez Yoma destacó que sería el ideal restablecer los nexos diplomáticos para tener una embajada normal, pero que la prioridad será entrar en un diálogo que restablezca las confianzas.
En su opinión, hay varios hitos recientes con Bolivia como la reuniones entre los cancilleres Juan Gabriel Valdés y Javier Murillo (en Portugal) y las tres reuniones que sostuvieron los presidentes Ricardo Lagos y Hugo Banzer.
En ese contexto, dijo que se explica su nombramiento ya que fue precisamente en reciprocidad a la designación que hizo el gobierno de Hugo Banzer, del ex canciller Gustavo Fernández, como cónsul en Santiago.
El diplomático también ha aseverado que es partidario de hablar de todas las materias con la nación altiplánica, que reclama una salida soberana al mar, y que confía en que ''todos los temas tienen solución''.
Sin embargo, anticipó que su misión en La Paz será salirse de las tesis tradicionales que piden o rechazan una solución a esa centenaria aspiración boliviana, pues en ese caso cree que no habrá mucho donde trabajar.
Su intención es diversificar la agenda y poner otros temas de interés común para que vayan apareciendo las soluciones. También pretende incrementar las relaciones bilaterales comerciales, culturales e interparlamentarias.