SANTIAGO.- Cerca de dos mil internos de las cárceles de Colina II y Rancagua se sumaron a partir de las 00.00 horas de hoy a la huelga de hambre que mantienen los reos de ocho recintos penales de todo el país.
Hasta anoche las cárceles de la Región Metropolitana y Sexta se habían mantenido al margen del movimiento, que exige una rebaja en los tiempos de condena.
La información fue confirmada a UPI por el vocero de la Confraternidad de Familiares y Amigos de Presos Comunes (Confapreco), Manuel Henríquez, quien señaló que posiblemente se sumen a la medida los reos de las cárceles de Iquique, Colina I y Antofagasta.
En Colina II habitan actualmente 1.268 internos, mientras que en el penal de Rancagua, 868 reos.
Desde el domingo último, cerca de diez mil presos de los penales de Concepción, Talca, Temuco, Arica, Coronel, Osorno, Calama y Curicó se mantienen en huelga de hambre exigiendo que se decrete un indulto que reduzca en dos meses por año de condena cumplida su sentencia.
A esto, según explicó Henríquez, se suman "las demandas históricas de los internos de las cárceles de Chile", las que se centran en dos puntos principales: el mejoramiento del trato por parte de los funcionarios custodios tanto hacia ellos como a sus familias, y la optimización de la infraestructura.
Esto último, añadió el vocero, es "fundamental para que se apliquen los programas de rehabilitación que requieren las personas que cumplen condenas privadas de libertad".
De la misma forma, explicó que "el indulto para rebajar las penas aliviará la sobrepoblación carcelaria en un porcentaje importante".
El lunes, el director nacional de Gendarmería, Hugo Espinoza, confirmó la huelga de hambre, aunque sólo en tres cárceles: Arica, Concepción y Temuco.
El nuevo movimiento penitenciario es el segundo en menos de seis meses en el país. En diciembre último, cerca de once mil presos de 11 penales se mantuvieron en huelga de hambre por siete días.
En esa ocasión, los internos y la organización que los representa protestaban por la muerte de siete internos en el CDP San Miguel, quienes murieron calcinados en un incendio cuyas causas todavía son investigadas por la justicia.
