SANTIAGO.- Unos 3.000 reos de varios penales del país se niegan a recibir alimentos, como medida de presión para exigir la aprobación de un proyecto de ley para rebajar condenas por buena conducta.
Más de 1.000 presos se sumaron el miércoles al movimiento, calificado como una huelga de hambre por familiares de los reos, mientras funcionarios del Ministerio de Justicia afirman que siguen recibiendo regularmente los alimentos que les envían del exterior.
Los presos demandan que un indulto aprobado recientemente por el congreso se aplique a más del millar de reos favorecidos hasta ahora, según informaron sus parientes. También exigen que los parlamentarios aprueben otro proyecto de reinserción social basado en la rebaja de condenas por buena conducta, según informes de prensa.
Algunos diputados de la Comisión de Constitución tienen reservas frente al proyecto que, según ellos, no especifica, por ejemplo, la forma en que los delincuentes que han cumplido su pena se reinsertarán socialmente.
Las rebajas de condenas son exigidas por los presos como una forma de disminuir las sobrepobladas cárceles chilenas. En el país hay cerca de un centenar de cárceles y más del 60% están sobrepobladas, en algunos casos tres o cuatro veces más allá del límite de presos para el que fueron construidas.