SANTIAGO.- Miles de presos de quince cárceles chilenas encarcelados por delitos menores y que desde hace una semana efectuaban una huelga de hambre, decidieron suspender temporalmente la protesta en respuesta al pedido de parlamentarios y representantes de la Iglesia católica.
Los reclusos, a través de su coordinador Manuel Henríquez, anunciaron que suspenden "temporalmente" la protesta a la espera que se tramite su demanda para obtener una rebaja de dos meses por cada año de condena.
El vicario de la Pastoral Social de la Iglesia católica, Alfonso Baeza, pidió anoche a los reos en huelga de hambre que confiaran en la posibilidad de legislar sobre la rebaja de penas a los reclusos con conducta sobresaliente y que no tengan pena de cadena perpetua.
El religioso instó a los presos a que "una vez más puedan poner su confianza en que estamos avanzando en la dirección correcta".
El diputado Ignacio Walker, de la gobernante Democracia Cristiana, había asegurado una buena disposición para legislar, pero pidió el cese de la huelga de hambre "porque no aceptamos actuar bajo presión".
Según la Confraternidad de Familiares de Presos Comunes, en quince cárceles llegó hasta 20 mil el número de reos en huelga de hambre, pero las autoridades de Gendarmería (guardiacárceles, en Chile) dijeron que sólo 2.000 de los 35.000 presos existentes en Chile se habían sumado a la protesta.
Por su parte el ministro de justicia, José Antonio Gómez, calificó de "inaceptable" la protesta y señaló que "cualquier beneficio" a los reclusos dependerá de su comportamiento y deseos de reinsertarse en la sociedad.