SANTIAGO.- Alrededor de un 36 por ciento de los chilenos, es decir uno de cada tres, ha sufrido o padece un trastorno mental, reveló un estudio realizado por la Sociedad Chilena de Salud Mental.
El presidente de la entidad, Raúl Riquelme, y la doctora Mabel Vielma, investigadora de la Universidad de Concepción, informaron hoy que de acuerdo al informe, que tuvo una duración de 10 años y que contó con una muestra de 3.000 personas, se concluyó que un 35.95 por ciento de la población sufre fallas psiquiátricas, comprendiéndose enfermedades como alcoholismo, depresiones endógenas y otras alteraciones.
Según la investigación financiada por el Fondecyt y la Universidad de Concepción, las patologías presentes en la población en su mayoría son de tipo afectiva en un 16,4 por ciento; adictiva en un 14,2 por ciento y ansiosa en un 13,6 por ciento.
La doctora Vielma afirmó que las diferencias no son demasiado significativas en cuanto a generó de los pacientes, aunque los hombres mostraron ser más vulnerables a la dependencia de alcohol, mientras las mujeres sufren de depresión mayor.
Respecto a los objetivos de la investigación, el doctor Riquelme indicó que era vital conocer los rangos de enfermedad mental en la población, para poder saber objetivamente el número de especialistas y la cantidad de recursos necesarios para tratar estas patologías.
El especialista señaló que las causas de la alta tasa de trastornos psiquiátricos en Chile, se debe al desarrollo económico y a la globalización.
"El desarrollo económico de nuestro país ha tenido un costo, el desarrollo genera cambios muy serios, se está accediendo al desarrollo, pero sin un soporte social. Estamos asistiendo a la globalización y hay gente que no se puede subir a este carro, lo que genera estrés", indicó el facultativo.
El profesional agregó que las tasas de enfermedades psiquiátricas registradas en Chile se sitúan a la altura de las cifras de países desarrollados y que afectan a personas en edad productiva.
Asimismo, Riquelme manifestó la necesidad de enfrentar el problema con una fuerte inyección de recursos en el área de la salud mental, que permitan la ampliación de atenciones necesaria en materia de atención, de parte del sector público y de las Isapres.
También llamaron a prevenir los trastornos en cuanto a tratarlos en forma precoz.