SANTIAGO.- El Presidente de la República Ricardo Lagos accedió a estudiar la prohibición del uso del asbesto en Chile, ante una solicitud del Primer Ministro de Canadá, según informa, mediante un
comunicado, la oficina de Jean Chrétien.
Según reporta el informe, el Presidente Lagos contestó un llamado de Chrétien el 29 de junio pasado, oportunidad en que el Mandatario accedió a formar una comisión técnica entre ambos países con el fin de comprobar que es posible el uso del asbesto sin que esto sea perjudicial para la salud humana.
Esta petición canadiense llega a menos de dos semanas de la entrada en vigencia del decreto N°656 del Ministerio de Salud que prohíbe la producción, importación, distribución, venta y uso del asbesto.
"Hablé con el Presidente Lagos y le hice entender en condiciones categóricas la posición canadiense, basada en evidencia científica, de que el chrysotile asbesto puede ser usado con toda seguridad", dijo el Primer Ministro canadiense.
"Estoy contento de que el Presidente haya aceptado establecer discusiones técnicas entre el ministerio de Salud de Chile y los expertos canadienses para resolver esta materia. El Presidente se comprometió a reexaminar la situación tras estas conversaciones técnicas", agregó Chrétien.
Sin embargo, fuentes de La Moneda confirmaron que el decreto 656 del Ministerio de Salud que prohíbe el uso del asbesto en Chile a partir del 12 de julio próximo se mantiene a firme. "No se trata de que con la respuesta del Presidente Lagos se vaya a levantar la entrada en vigencia del decreto, sino que sólo el compromiso de discutir el uso seguro del asbesto", explicó un asesor del Palacio de Gobierno.
Una delegación canadiense impulsó un lobby a principios de junio cuando se entrevistó en Santiago con representantes del Ministerio de Relaciones Exteriores. Canadá es uno de los mayores exportadores de asbesto en el mundo.
Dentro de los considerandos del decreto 656 del 13 de enero de este año se estipula "que el asbesto es un mineral reconocidamente dañino para la salud, cuando es inhalado al encontrarse en el aire en forma de fibras de asbesto libre, pudiendo causar graves enfermedades, tales como asbestosis, cáncer primario del pulmón o mesoteliomas. Enfermedades todas de alta letalidad".
La disposición señala además "que son los trabajadores que manipulan este material o laboran en ambientes contaminados por este tipo de fibras los grupos de mayor riesgo para contraer dichas enfermedades".
Por las razones esgrimidas, entre otras, la normativa ministerial reafirma en su artículo primero que "Prohíbese en el país la producción, importación, distribución, venta y uso de crocidolita (asbesto azul) y de cualquier material o producto que lo contenga".