SANTIAGO.- En cuatro ejes fundamentales se basarán las 20 medidas que modificarán el actual Plan de Prevención y Descontaminación de la Región Metropolitana, con el objetivo de que para el año 2005 ya no ocurran episodios de preemergencia ambiental en la zona.
Así lo dio a conocer hoy el ministro secretario general de la Presidencia, Alvaro García, junto a sus pares de Obras Públicas, Transportes y Telecomunicaciones, Carlos Cruz; de Vivienda, Urbanismo y Bienes Nacionales, Jaime Ravinet; de Economía, Minería y Energía, Jorge Rodríguez; el intendente de Santiago, Sergio Galilea; y el director de la Comisión Nacional del Medio Ambiente (Conama) de la Región Metropolitana, Gianni López.
García explicó que las principales disposiciones se refieren a que, a partir del 2003, el Ministerio de Transportes establecerá un sistema que asegure que los buses de la locomoción colectiva, que participen en la nueva licitación de recorridos, no deben ser contaminantes.
Junto a ello, se aumentará la exigencia de las normas de emisión para las actividades productivas que se desarrollen en Santiago, así como se instaurará la obligatoriedad de contribuir a la descontaminación de la región para todas las nuevas actividades que aquí se inicien.
Con el objetivo de asegurar este compromiso de ayudar a la limpieza del medio ambiente por sobre el impacto negativo, que por ejemplo sería adquirir un nuevo automóvil, el Ejecutivo enviará un proyecto de ley que creará "los permisos de emisión transables".
Por otra parte, se continuará en la línea de mejorar la calidad de los combustibles que se usan en el país, a través de aumentar la calidad del petróleo diesel y eliminar la venta de la gasolina con plomo.
García sostuvo que entre el 30 de julio y el 28 de septiembre, toda la información referente a la modificación del plan será puesta a disposición de la ciudadanía en todo el territorio y, de esta forma, iniciar el proceso de participación ciudadana que requiere para su aprobación definitiva.
Para ello, se realizarán talleres a nivel regional y nacional, a través de los gobiernos locales e internacional a través del Banco Mundial, para que sus expertos contacten con los profesionales del medio ambiente chilenos para generar "la mayor cantidad de opiniones y observaciones" sobre el tema, dijo el director de la Conama Metropolitana.
"Estamos convencidos que seremos exitosos sólo si logramos convencer a toda la población de que colabore de todas las maneras posibles con esta tarea", señaló García al instar a la población a informarse, hacer sugerencias y comprometerse con esta propuesta para mejorar el aire de la capital.
Al entrar en los detalles que abordará esta reformulación del Plan de Descontaminación, Gianni López explicó que éste se enfocará a reducir considerablemente el material particulado generado por los vehículos motorizados, en especial el producido por el transporte público cuyas emisiones llegan al 21 por ciento del parque automotor, seguido de los camiones con 13 por ciento y los automóviles particulares con 14 por ciento.
En ese sentido, indicó que el Plan de Descontaminación actuará complementariamente al Plan Maestro de Transporte Urbano y la renovación de la ciudad de Santiago hacia el 2010, para "restablecer la calidad de vida de sus habitantes".
Concretamente, en el área del transporte se retirarán de circulación de aquí al 2003 un total de 2.700 buses por tener 10 años de antigüedad, de los cuales 1.000 serán reemplazados por máquinas de baja emisión por medio del sistema de licitación de aquí hasta febrero del próximo año y las otras 1.700 de ese mes en adelante.
En este punto, el titular de Transportes, Carlos Cruz, manifestó que para facilitar este plan de renovación del parque se continuará con la renegociación de las deudas de los empresarios microbuseros, la regulación y mejoramiento del sistema de cobro para evitar las "filtraciones" que hoy existen y que impiden que ellos obtengan mayores ingresos y, que a la vez, proporcionen un mejor servicio.
Los otros 5.000 buses que aún no cumplen este requisito serán dotados "del mejor petróleo diesel" -combustible que contendrá 50 partes por millón de azufre- y además se les incorporarán filtros para reducir las emisiones de partículas, lo que posibilitará un 67 por ciento de disminución de los agentes contaminantes por esta vía bajando a 5,0 por ciento en el transporte público.
Para lograr el objetivo, la Empresa Nacional de Petróleo (ENAP) invertirá alrededor de 200 millones de dólares, destinados a mejorar el diesel y las gasolinas, acción que contempla la participación de los privados en el ámbito de la producción del gas licuado.
Además, el secretario de Estado recalcó que la extensión de las líneas del Metro favorecerá aún más la condición medioambiental.
Asimismo, López anunció que a partir septiembre de 2002 se incorporarán las normas de emisión que actualmente rigen a Estados Unidos y a Europa para los vehículos que se integren al parque automotor, en especial aquellos que lo hagan con petróleo diesel.
Por último, señaló que se aplicará al máximo la rigurosidad de la norma para controlar la contaminación que producirán las nuevas industrias, las cuales van a tener que descontaminar un 150 por ciento más de lo que contaminan, medida que estará respaldada con el envío del proyecto de permiso de emisiones transables al Congreso.
"Con este conjunto de medidas vamos a terminar con las preemergencias al año 2005 y cuando esté totalmente operando la ley de permiso emisiones transables va a poder, después de ello, alcanzarse la meta de todas las normas de calidad del aire en esta ciudad con el plazo del año 2010".
En cuanto a las repercusiones sanitarias que tendrá el Plan de Descontaminación y la eventualidad de incluir los factores biomédicos como indicador para decretar los estados de excepción ambiental, la ministra de Salud, Michelle Bachelet, descartó su inclusión en el modelo predictivo por lo tarde que se manifiestan en la población.
"Los indicadores biomédicos son muy tardíos en relación al proceso de contaminación por lo tanto, no son el mecanismo fundamental para definir la toma de decisiones en términos de establecer medidas de preemergencia o emergencia o cualquier otra (ya que), generalmente se producen cinco días después el tipo de problemas o consecuencias de una mala ventilación".
No obstante, añadió que la Corema los utiliza para ver la posibilidad de asociar medidas como la restricción de la actividad física, u otras acciones con el propósito de complementar las disposiciones del plan.