SANTIAGO.- El fiscal subrogante de la Corte Suprema, Carlos Meneses, entregó un informe favorable al exhorto para interrogar al ex secretario de Estado norteamericano, Henry Kissinger y otros implicados en el caso del asesinado periodista estadounidense Charles Horman, que investiga el juez Juan Guzmán Tapia.
La Segunda Sala de la Corte Suprema deberá recibir este informe y será en definitiva la encargada de aprobar o rechazar el exhorto que envío el juez Guzmán.
El periodista Charles Horman fue detendio en septiembre del año 1973, trasladado al Estado Nacional y asesinado.
Las preguntas de Guzmán a Kissinger
Diecisiete preguntas al ex secretario de Estado norteamericano Henry Kissinger formula el ministro de fuero Juan Guzmán en el marco de su investigación por la muerte en Chile del periodista estadounidense Charles Horman Lazar.
El cuestionario es parte de un exhorto dirigido por Guzmán a la justicia de los Estados Unidos, documento que debe primero ser aprobado por Segunda Sala de la Corte Suprema.
El envío de la carta rogatoria fue hecho a pedido de los abogados Fabiola Letelier y Sergio Corvalán, querellantes en la causa desde diciembre pasado cuando presentaron una acusación en contra de Pinochet por su presunta responsabilidad en la ejecución del periodista.
Las Interrogantes
En su cuestionario Guzmán consulta a Kissinger si admite su autoría intelectual o funcionaria, y la del embajador norteamericano en Chile en esa época, Nataniel Davis, sobre documentos que detallan las comunicaciones entre Washington y la legación en Santiago respecto de la suerte corrida por Horman.
También se le requiere sobre si es cierto que el embajador Davis conversó con Pinochet el 12 de octubre de 1973 sobre la situación de Horman, como un caso pendiente y preocupante para Estados Unidos que había que solucionar.
Se le pide además detallar cuáles fueron las instrucciones dadas a Davis el 17, 18 y 19 de septiembre de 1973 para que tratara el caso al más alto nivel político-militar con Pinochet.
Guzmán desea saber, asimismo, qué medidas políticas y judiciales adoptó Estados Unidos para ubicar el paradero de Horman.
Kissinger deberá contestar si es efectivo que a través de la embajada en Santiago otras sedes diplomáticas, agregados militares y agentes de inteligencia de Estados Unidos discutió la situación de Horman con la Junta Militar, su embajada en Washington u otros altos mandos castrenses o servicios de inteligencia chilenos, para lograr su liberación inmediatamente después de su arresto, el 17 de septiembre de 1973.
También deberá revelar cuáles fueron las fuentes chilenas, formales e informales, que contactó el gobierno norteamericano para saber de Horman.
Otra consulta nombra al propio Pinochet, a los generales Sergio Arellano Stark, Herman Brady y Oscar Lutz y al "coronel Barría" del Servicio de Inteligencia Militar, como contactados por Estados Unidos para que informaran sobre el paradero de Horman y poder así exigir su inmediata libertad.
Otra interrogante de particular interés para la familia de Horman es la que debe responder Kissinger sobre si sabe que Estados Unidos conoció el paradero y actividades de Horman en Chile, antes del 11 de septiembre de 1973.
Acerca de la protección que pudo dar Estados Unidos a Horman y a todos los norteamericanos en Chile, Guzmán le pregunta si ya había instrucciones en ese sentido cuando el periodista regresó el 15 de septiembre de 1973 desde Viña del Mar junto a su amiga Terry Simon, en un vehículo conducido por el capitán naval norteamericano Ray Davis.
Además, se le consulta si es efectivo que Estados Unidos, después del 11 de septiembre, elaboró o supo de una lista con los norteamericanos que habían sido detenidos y si en ella figuraba Horman.
Igualmente, debe responder si la embajada o el consulado norteamericanos adoptaron medidas de protección a sus connacionales que pudieron ser discriminatorias respecto de Horman y de Frank Teruggi, detenidos y ejecutados, y "sin que fueran protegidas eficazmente o con celo sus vidas amenazadas".
Otra pregunta importante es si Kissinger ordenó personalmente una investigación sobre la actuación de las autoridades norteamericanas -diplomáticas, militares y civiles- en Chile en 1973 y los años siguientes. Ello, con el fin de detectar si estas cometieron omisiones o negligencias que propiciaron la muerte de Horman.
En el mismo sentido, se le pide contestar si le consta que Estados Unidos realizó gestiones y sus resultados en su territorio y en Chile para saber de la suerte de Horman.
Kissinger deberá responder también sobre las llamadas telefónicas que hizo a Pinochet y a los almirantes Patricio Carvajal e Ismael Huerta para averiguar por Horman.
También deberá aclarar cómo supo por primera vez de la muerte de Horman y de los informes norteamericanos enviados desde Santiago confirmando el deceso.
Finalmente, Guzmán requiere a Kissinger sobre si le consta que Estados Unidos fue informado en octubre del '73 por sus propios medios y por fuentes chilenas -que se pide identificar- sobre que Horman fue fusilado por una patrulla militar por órdenes impartidas bajo el mando del general Pinochet, como jefe de la Junta Militar.