SANTIAGO.- La calidad material de vida, medida como acceso a servicios de urbanización ha mejorado significativamente en los últimos 10 años, según se desprende del reciente estudio del Centro de Estudios Públicos (CEP).
La encuesta, que incluyó a la población mayor de 18 años (urbana y rural) residente a lo largo de todo el país, salvo Isla de Pascua, reveló importantes antecedentes de la vida, comportamiento y necesidades de los chilenos.
El investigador asociado del CEP, Ignacio Irarrázaval, señaló que la calidad material de vida ha mejorado significativamente en los últimos 10 años. De hecho, la encuesta muestra que casi un 98% de la población urbana del país tiene acceso a Agua Potable al interior de la vivienda, mientras que un 95% de los hogares tiene un piso no deficitario en la vivienda.
Agregó que el estrato socioeconómico bajo, muestra una tasa de mejoramiento en el acceso a estos bienes que es superior a la del promedio del país, sin embargo, aún se obtiene que este estrato tiene niveles de déficit superiores al resto de la población.
Irarrázaval comentó que además la calidad material de vida, medida como disponibilidad de bienes y equipamiento del hogar ha mejorado de manera relevante en los últimos 10 años.
Los bienes más básicos del hogar como TV Color, refrigerador, lavadora, tienen coberturas sobre el 80% de la población, mientras que otros bienes que podrían ser catalogados como "suntuarios" tienen hoy día una importante penetración en todos los hogares, este es el caso de los equipos de video (37%), automóvil (34%), y microoondas (32%).
"Nuevamente en el estrato bajo, si bien el acceso absoluto a estos bienes es inferior al de los otros estratos, la tasa de acceso a estos bienes ha crecido más rápidamente en este estrato en comparación con el estrato medio", sostuvo.
Aumento de ingresos
El investigador agregó que en el período analizado, los ingresos de las personas han aumentado de manera considerable. El año 1990, un tercio de los hogares reportaba tener ingresos de hasta $ 78.000, para el año 2001, menos de un 8% de los hogares reportaba esa misma cifra de ingresos.
Al comparar la distribución, dijo, de los hogares en base a tramos fijos (en moneda de diciembre del 2000), se aprecia un importante desplazamiento de los tramos más bajos hacia los tramos medios de ingresos, lo que reporta una
mejoría en los niveles absolutos de ingreso que hoy perciben los hogares.
Adicionalmente, sostuvo Irarrázaval, es interesante destacar que a pesar de las dificultades económicas por las cuales a traviesa el país, ha aumentado la percepción de la estabilidad en los ingresos percibidos. Es decir, los entrevistados opinan que sus ingresos no tienen variaciones importantes de un mes a otro. Particularmente, el estrato bajo más de la mitad de los entrevistados (53%) opina que sus ingresos son estables, lo que es un aumento significativo respecto a la misma cifra registrada en 1990.
Población prefiere educación particular
Asimismo, indicó que la encuesta muestra que casi un 60% de la población prefiere la educación particular subvencionada respecto a la municipalizada, esta tendencia es estable en el tiempo. Este hecho también se ve avalado por el incremento que la matrícula subvencionada ha tenido en los últimos 15 años.
Esta preferencia por los Particulares Subvencionados es más fuerte en el estrato medio, mientras que en el estrato bajo es prácticamente indiferente entre ambas opciones.
Entre otros aspectos, sostuvo que la preferencia por los Particulares
Subvencionados puede estar respaldada por los mejores rendimientos que estos obtienen en el SIMCE. En efecto, entre los años 1996 y 1999, mientras los
colegios Municipalizados bajan tres puntos en lenguaje y se mantienen en matemáticas, los Subvencionados suben un punto en lenguaje y tres en matemáticas.
Irarrázaval comentó además que un 55% de los entrevistados estarían dispuestos a realizar un aporte mensual o adicional para mejorar la calidad de la educación de sus hijos. Más de la mitad de los padres con niños en educación
municipalizada estarían dispuestos a realizar un aporte complementario. La disposición a aportar es relativamente pareja en todos los estratos socioeconómicos.
"En todo caso, debe tenerse en cuenta que la mayoría de la población, cerca
de un 80%, estaría dispuesta a aportar hasta $5.000, cifra que es consistente
con las estadísticas respecto a los aportes promedios que hoy se realizan por la vía de aporte compartido a la educación", agregó.
Comentó que esta disposición a aportar lleva a plantear que existe una potencialidad del sistema de financiamiento compartido para que pueda crecer en
términos de participación, ya que hoy en día sólo un 20% de la matrícula total
está sujeta a esta modalidad.
Finalmente, dijo que diversos estudios han demostrado, que la educación es uno de los vehículos más certeros para superar la pobreza y mejorar los ingresos de las familias. En este sentido, añadió que la disposición a aportar en la educación revela que las propias familias valoran esta alternativa e incluso están dispuestas a destinar partes de sus recursos a favor de manejar este servicio.
Metodología del estudio
La coordinadora del Proyectos de Opinión Pública del CEP, Carla Lehmann, explicó que la muestra se realizó a 1.502 personas que fueron entrevistadas en sus hogares, en 147 comunas del país. El método de muestreo fue aleatorio y probabilístico en cada una de sus tres etapas (manzana-hogar-entrevistados). El nivel de respuesta logrado fue de 86,4%.
Agregó que el nivel de precisión se estima en más o menos un 3% considerando varianza máxima y un 95% de confianza.
La recolección de datos se efectuó entre el 2 de junio y el 19 de junio de este año.
