SANTIAGO.- El presidente de la Asociación de Isapres, René Merino, anunció que en los próximos 30 días algunas instituciones de salud privada reducirán el actual monto de deducible, para comenzar a recibir la cobertura de una enfermedad catastrófica, desde el actual UF 60 a UF 30.
La noticia fue bien recibida por el superintendente del ramo, José Pablo
Gómez, quien ha manifestado la necesidad de llegar a un acuerdo en la materia
con el fin de beneficiar a las personas de sectores medio y medios-bajos quienes podrán recibir con anterioridad los beneficios de la cobertura.
"Es una buena noticia y muy pertinente considerando el primer año en que está operando la cobertura para las enfermedades catastróficas", aseguró.
Explicó que la idea sería más colaboración por parte de las Isapres para que, las Isapres que asuman el compromiso público de reducir a la mitad el deducible, lo cumplan y, luego de las adecuaciones de contratos se incluya en
éstos.
Merino sostuvo que la iniciativa entrará en vigencia de inmediato y no será necesaria la renovación de contratos para obtener el beneficio. "No habrá
problemas con la implementación de esta rebaja porque es una decisión casi
unilateral de las Isapres que lo declaren de esa forma".
Explicó que, sin embargo, la iniciativa "no está acordada en definitiva,
aunque espero que se realice luego, esto es 30 días lo cual es un plazo
suficiente".
La reducción, agregó, que tiene "el beneficio para las personas de bajas
rentas, para quienes UF 60 que implica el deducible es catastrófico, lo que
permitirá poner más al alcance de las personas este beneficio".
La iniciativa fue planteada al realizar un positivo balance de la cobertura para las enfermedades catastróficas por parte de Merino y de Gómez a un año de su implementación.
"La gente está utilizando efectivamente el beneficio lo cual refleja que
era necesario contar con una cobertura catastrófica y hemos encontrado que, más
allá de uno u otro problema administrativo que se ha acogido en la
superintendencia, el funcionamiento general de las Isapres es correcto y
bastante apropiado a las circunstancias".
Manifestó su confianza en que los problemas tras la puesta en marcha se solucionen en los próximos meses, los cuales se relacionan con la información
que se entrega a los usuarios. "Esto implica que no se indique a las personas
si cuentan con la cobertura o no, o bien no se les diga cómo acceder
adecuadamente a las redes de prestadores", planteó.
A su vez, dijo que las recomendaciones que se ven a la fecha indican la necesidad de contar con redes más amplias, así como aumentar la movilidad dentro de las redes que se utilizan para las enfermedades catastróficas ya que es importante contar un mecanismo de utilización y accesos más expeditos.
Sostuvo que tras el juicio legal para detener el proceso, y que se lleva actualmente en tribunales, las Isapres han adoptado distintas políticas.
"Después de la demanda algunas Isapres han ofrecido a todos la cobertura o les
han dando la posibilidad de rechazarla. Otros la han dejado de ofrecer solamente entregándolo cuando la persona lo solicite. Hay otras que no las ofrecen. Hay una preocupación porque puede haber cerca de un 30% de la cartera de afiliados que no tengan la cobertura, lo que corresponde es que la gente evalúe si la necesita y la solicite", indicó.
Agregó que en octubre próximo se realizará una evaluación más completa para
ver el funcionamiento de la cobertura.
A junio, se han notificado 1.033 casos de enfermedades catastróficas. Sólo en el sexto mes del año se informaron 201 casos, lo que hace proyectar que cerca de 5.000 personas necesitarán la cobertura hacia el próximo año y unos 8.000 en
el 2003.
Entre mayo y agosto la superintendencia ha tramitado 124 reclamos por esta materia. Las Isapres más afectadas son Banmédica (27), Cigna (22); Consalud (20) y Cruz Blanca (19).