SANTIAGO.- En alrededor de 50 millones de pesos avaluó hoy el alcalde de Recoleta, Gonzalo Cornejo (UDI) los daños generados tras la marcha de la Asamblea de Derechos Humanos, cuyos hechos más graves se produjeron en las afueras del cementerio General, cifra que incluye tanto la propiedad pública como privada.
Esto tras un análisis preliminar efectuado en conjunto por el departamento de seguridad del municipio y el director del campo santo, recinto que está a cargo de Recoleta.
Los principales efectos de la protesta protagonizada por jóvenes encapuchados del Grupo de Acción Popular (GAP), universitarios, facciones anarquistas y lumpen, fueron la destrucción de un semáforo y una caseta telefónica.
Además, resultaron con daños y rayados un local de comida rápida de la cadena Mc Donalds y varios otros negocios instalados por donde pasó la columna.
Incluso, los manifestantes atentaron contra la fachada de la iglesia Recoleta Dominica.
Cornejo criticó también el "acuerdo" entre la intendencia metropolitana y la abogada y organizadora de la marcha, Julia Urquieta, para que Carabineros se mantuviera a distancia de la columna y actuaran sólo cuando finalizara el acto central.
Esto produjo que los revoltosos destrozaran con total tranquilidad "todo lo que quisieran", según el alcalde, "lo que es una forma de esconder la fuerza pública", acotó.
Por tal motivo Cornejo se reunió con el intendente Sergio Galilea, con el fin de establecer quién se hará cargo de los gastos.