CALAMA.- El Ejército de Chile destruyó hoy 14.000 minas terrestres para simbolizar el respeto a la Convención de Ottawa, ratificada por Chile la semana pasada.
Las minas fueron destruidas por efectivos del Regimiento Calama del Ejército en la quebrada de Santa Cruz, ubicada entre Calama y Chuquicamata, unos 1.400 kilómetros al norte de Santiago. Habían sido almacenadas en regimientos de la zona hasta que hoy fueron trasladadas para su destrucción.
La masiva destrucción se efectuó en presencia del comandante en jefe del Ejército, general Ricardo Izurieta; de la ministra de Relaciones Exteriores, Soledad Alvear; del ministro de Defensa, Mario Fernández; y de periodistas.
Chile firmó el Convenio de Ottawa en 1997 y lo ratificó este año, con lo que se obligó a destruir, en un plazo máximo de 10 años, las millares de minas antipersonales enterradas en sus fronteras con Perú y Bolivia, en el norte, y con Argentina, en sus límites del extremo sur.
Izurieta reconoció en 1999 que el Ejército necesita unos 300 millones de dólares para destruir unas 250.000 minas enterradas en 293 campos fronterizos. Empero, Bolivia insiste que los explosivos superan el medio millón de unidades.
Fuentes oficiales reconocen que el Gobierno carece del dinero necesario para el desminado, pero aseguran que cumplirán cabalmente con la Convención para la Prohibición del Empleo, Almacenamiento, Producción y Transferencia de Minas Antipersonales, conocido como Convenio de Ottawa.
Estimaciones militares señalan que remover una sola mina tiene un valor de entre 300 a 1.000 dólares. Los explosivos se desplazaron del lugar donde fueron enterrados originalmente a causa de lluvias e inundaciones.
Según versiones de la policía, no pocos peruanos traficantes de drogas, especialmente cocaína, han muerto al pisar minas al intentar cruzar la frontera.
Políticos y militares han reconocido que además de invertir dinero para el desminado, se necesitan más recursos para reemplazar las minas con modernos sistema de vigilancia fronteriza.
El primer desminado del Ejército se efectuó en diciembre de 1999, cuando destruyó 250 minas terrestres y 27 antitanques. Lo mismo hizo la Armada en noviembre de 2000, cuando detonó 2.000 minas.
La mayor parte de las minas fueron enterradas en la década del setenta, cuando Perú y Bolivia tensaron sus relaciones con Chile y después, cuando a fines de la misma década, Chile y Argentina estuvieron al borde de una guerra por cuestiones limítrofes.