MIAMI.- Tras una hora en el aire, esta madrugada el avión del vuelo 911 de American Airlines que viajaba rumbo a Santiago tuvo que volver abruptamente a Miami, debido a un aviso de bomba que hizo un pasajero a parte de la tripulación.
La exhaustiva revisión posterior que se realizó a la aeronave, tanto por dentro como por fuera, confirmó que al parecer sólo se habría tratado de una broma.
Un pasajero a bordo del vuelo contó a emol.com que, sin previo aviso, el piloto informó por parlantes que debían prepararse para aterrizar. "Nadie entendía nada y se especulaba que en el avión iba uno de los sospechosos de los ataques en Nueva York y Miami. Minutos después, desde la ventanilla izquierda de la aeronave divisé una luz titilando que reconocí como un avión de la Fuerza Aérea norteamericana, probablemente un F-14, que nos acompañó hasta el aterrizaje y que posteriormente volvió a despegar", narró el pasajero.
En tierra, un gran dispositivo de seguridad con ambulancias y carros bomba los estaba esperando. El avión dio vueltas por todo el terminal aéreo, hasta que fue guiado hasta un sector apartado del Aeropuerto Internacional de Miami. Una vez allí, agentes del FBI ingresaron a la nave y se dirigieron hacia la clase turista, donde detuvieron a un hombre de tez oscura que vestía blue jeans y una camisa celeste. El sujeto, quien hablaba español, fue esposado sin oponer resistencia.
Posteriormente, el resto de los pasajeros, en su mayoría chilenos que volvían a Santiago, bajaron directamente a la losa del terminal aéreo y fueron conducidos por personal especializado a dependencias aisladas. Ahí permanecieron alrededor de 40 minutos incomunicados, luego de lo cual pudieron dar aviso a sus familiares de la situación que habían vivido.
"Nadie nos informó nada. Yo me acerqué a un policía y le pregunté qué era lo que pasaba. El me contestó que no podía informarme nada, pero me confirmó que todo el operativo se había debido a una amenaza de bomba", dijo el testigo.
Cerca de las 04:00 horas locales, personal del terminal aéreo dio aviso de abordar. El vuelo 911, que en su primer despegue partió con aproximadamente 45 minutos de retraso, estaba originalmente previsto para llegar a Santiago a las 07:26 AM. Con el brusco cambio de planes, la nave finalmente arribó al Aeropuerto Arturo Merino Benítez a las 12:15 horas. La tripulación se negó a entregar detalles del hecho.