SANTIAGO.- La Iglesia evangélica oró hoy por la paz mundial frente al ataque terrorista que tiene al mundo al borde de una nueva guerra y pidió que la respuesta militar del Gobierno de los Estados Unidos, "aunque sea severa, sea también misericordiosa".
Al servicio de acción de gracias, celebrado por el consejo de pastores en la catedral evangélica, asistieron el Presidente de la República, Ricardo Lagos, y su esposa, Luisa Durán; el alcalde de Santiago, Joaquín Lavín; los ministros José Miguel Insulza, Mario Fernández, Jorge Rodríguez Grossi, Carlos Cruz, Jaime Campos, Claudio Huepe y Mariana Aylwin; el presidente del Senado, Andrés Zaldívar; parlamentarios y miembros de las Fuerzas Armadas.
El sermón del Te Deum evangélico estuvo a cargo del obispo de la Iglesia metodista, Neftalí Aravena, quien expresó "la solidaridad del mundo evangélico con el pueblo de los Estados Unidos, por los hechos de crueldad inaudita que ocurrieron en Nueva York y Washington, y que han conmovido a la humanidad".
El obispo condenó el terrorismo y dijo que "protestamos por lo absurdo que la violencia representa. Nada justifica que personas inocentes mueran por su causa en atentados que se registran todos los días en distintos continentes. Podemos decir que la violencia y la guerra no tienen vencedores, sino sobrevivientes".
El representante de la Iglesia metodista se refirió también a la situación que vive el país, "con sus problemas económicos, su alta cesantía y una violencia y delincuencia que van aumento", y rogó para que "Dios les de sabiduría a nuestras autoridades y puedan gobernar con justicia".
Pidió también que en el país "se superen los odios surgidos en un momento de nuestra historia, donde ha faltado voluntad para dejar atrás este pasado de desencuentros".
Otros pastores evangélicos, luteranos, metodistas, misioneros y de otros credos expresaron mensajes similares en defensa de la paz mundial.
Al término del acto, el Presidente Lagos valoró el mensaje de las congregaciones evangélicas. "Creo que fue un hermoso Servicio de Acción de Gracias que interpreta el sentir de todos los chilenos y chilenas, especialmente en este momento particularmente difícil por el que atraviesa el mundo".
"Lo importante es entender que debemos los chilenos mantener la unidad entre nosotros y a partir de allí ser capaces de enfrentar lo que tenemos que enfrentar en los próximos días", expresó.
Por su parte, el alcalde de Santiago, Joaquín Lavín, opinó que "es muy importante que los chilenos se hayan unido para orar por la paz y combatir el terrorismo, donde nadie resulta victorioso y siempre caen víctimas inocentes".
Lavín agregó que en el plano interno, "el Gobierno tiene que ser muy firme contra el terrorismo y también deben unirse los gobiernos a nivel mundial para impedir atentados tan brutales como los ocurridos en Estados Unidos".
Por su parte, el presidente del Senado, Andrés Zaldívar, expresó que "la Iglesia evangélica ha recogido el sentimiento de paz que reina en el mundo y de rechazo al terrorismo que segó miles de vidas de diversas nacionalidades".
Sin embargo, el senador pidió que en las represalias que prepara el Gobierno de Bush "ojalá impere la justicia y no la pasión, para evitar que se castigue a poblaciones civiles que nada tengan que ver con los hechos".
