SANTIAGO.- El Gobierno presentó hoy una querella contra los dos ciudadanos iraquíes que ingresaron al país con pasaporte falso el pasado 24 de septiembre.
El intendente de la Región de Tarapacá, Patricio Zapata, señaló que la acción judicial se basa en el delito de falsificación de instrumento público.
La autoridad regional presentó el requerimiento en representación del Ministerio de Interior.
Hasta el momento, las autoridades no han logrado comprobar si los individuos -quienes esta mañana declararon ante los tribunales- tienen vinculaciones terroristas.
"No hay antecedentes que los inculpen", dijo el ministro del Interior, José Miguel Insulza, quien precisó que la indagatoria sobre los sospechosos es internacional, incluida la participación del FBI de Estados Unidos.
Insulza advirtió que de comprobarse que sólo existe el delito de ingreso ilegal, los individuos pueden ser expulsados de Chile o entregados al país que los reclame por algún crimen.
Los iraquíes, que portaban pasaportes franceses adulterados, fueron arrestados en la aduana de Chacalluta.
La pareja se movilizaba en un bus del servicio público desde la ciudad peruana de Tacna, distante 60 kilómetros del límite chileno-peruano.
La policía, que los interrogó con participación de un traductor políglota, informó que los iraquíes dijeron haber llegado a Perú desde Ecuador, a donde arribaron en agosto de 2000.
Sus pasaportes franceses adulterados los identifican como Jean Phillip Iracabal, residente en Le Mans, y Michel Francis Ehenne Drovin, de Bayona.
Los detenidos se identificaron como Laith Jerjees, de 28 años, y Raid Selman, de 27, originarios de Bagdad y buscadores de oportunidades de trabajo.
Los falsos documentos registran un ingreso a Estados Unidos vía Miami en julio de 2001, pero no así la salida correspondiente desde el territorio estadounidense, lo que hace presumir que fueron robados a sus propietarios en ese país y que los iraquíes los habrían conseguido ilícitamente desde Ecuador, según fuentes policiales.
La policía chilena apeló a Interpol para establecer la verdadera identidad de los sospechosos, y sus recorridos y estadías en el mundo hasta su ingreso a Ecuador.
El subsecretario del Interior, Jorge Correa, anticipó ayer que, inicialmente, los iraquíes no estarían vinculados a grupos musulmanes radicales ni a la red que perpetró los ataques terroristas contra Estados Unidos el 11 de septiembre.
Según funcionarios policiales chilenos de Arica, la adulteración de los pasaportes, para introducir las fotografías, es deficiente.
Sin embargo, en el equipaje se descubrieron papeles y fotos que demostrarían que los iraquíes habrían cambiado de apariencia varias veces mediante teñidos de cabello y uso de distintos peinados y bigotes.
También se halló un póster con la imagen de Jesucristo donde escondían fotografías de niños y una nómina de números telefónicos y datos manuscritos en árabe.
Al trasponer la frontera rumbo a Arica, los viajeros obtuvieron el visado de los pasaportes en la caseta de la policía fronteriza, pero minutos después llamaron la atención de funcionarios de inspección de equipaje en el puesto de control aduanero, quienes notaron que, pese a la documentación francesa, no hablaban el francés.
Su verdadera nacionalidad quedó al descubierto cuando un intérprete, tras interpelarlos en inglés y otras lenguas, los insultó en árabe y ambos reaccionaron con enojo en ese idioma, según versiones de funcionarios recogidas por la prensa ariqueña.
