SANTIAGO.- La jueza Olga Pérez remitió un exhorto a Uruguay en el que solicita que se le envíe una muestra ósea de los presuntos restos del químico de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) Eugenio Berríos, informaron hoy fuentes judiciales.
Berríos huyó hacia Uruguay en noviembre de 1991, pero un año después desapareció desde una comisaría en ese país en extrañas circunstancias.
Su cuerpo fue encontrado en la playa El Pinar, de Uruguay, en 1995 con heridas de bala en la cabeza.
Sin embargo, la jueza Pérez quiere comprobar a través de un análisis de ADN que los restos hallados corresponden efectivamente a los del químico.
La carta rogatoria solicita directamente al Instituto Técnico Forense de Uruguay que remita a Chile la muestra ósea, para practicarle los exámenes en Chile.
La magistrada solicitó además que el juez de la localidad de Pando, Alejandro González, quien también instruye un proceso por la muerte de Berríos en Uruguay, le envíe una copia del expediente.
Eugenio Berríos desarrolló el letal gas sarín cuando trabajaba para la DINA y ha sido involucrado en la muerte del funcionario internacional español Carmelo Soria y del ex Presidente Eduardo Frei Montalva (1964-70).
El químico salió de Chile en forma clandestina en noviembre de 1991 bajo la identidad de Hernán Tulio Pérez Orellana, una persona con la que tenía un asombroso parecido físico.
En ese momento era requerido por el juez Adolfo Bañados para declarar como testigo clave en el proceso por el homicidio del ex canciller chileno Orlando Letelier, quien fue asesinado en Washington en 1976 por agentes de la DINA y elementos cubanos en el exilio.
Entre 1991 y 1992 vivió en el barrio de Pocitos, Montevideo, pero desapareció en noviembre del último año desde una comisaría en extrañas circunstancias.
Su cuerpo fue encontrado en la playa El Pinar de Uruguay en abril de 1995 con heridas de bala en la cabeza.