SANTIAGO.- El Ministro del Interior, José Miguel Insulza, indicó que ha conversado con los mandos institucionales policiales y están haciendo con seriedad los sumarios correspondientes de lo que se hizo y se dejó de hacer al investigar la desaparición y muerte de seis menores en Alto Hospicio, Primera Región, observando que el caso no se cierra con el hallazgo de las víctimas, sino que con el establecimiento de que fue lo se hizo bien y mal en la investigación.
En entrevista con Radio Chilena, el secretario de estado reiteró que la policía no puede ser tachada de negligente, porque se movilizaron los recursos para investigar el caso, "lo que sí estamos viendo es que si todos los procedimientos que se utilizaron fueron los más adecuados".
La autoridad reconoció que quedó en evidencia de que hubo problemas burocráticos porque las investigaciones de las desapariciones de las menores estaban radicadas en distintos juzgados.
El ministro además manifestó su preocupación sobre las quejas de los familiares de las víctimas en el sentido que fueron maltratados y no se les brindó la debida atención a sus denuncias.
Al respecto, reconoció que es factible equivocarse, con la cantidad de antecedentes que se manejaba en las hipótesis de trabajo de la investigación, "pero no debería ser posible que no se tomen en serio las denuncias que realizan padres angustiados".
Insulza agregó que, una vez conocidas las conclusiones de ambas policías sobre los procedimientos empleados en este caso, esperaba hacer públicos los informes sin dañar la privacidad de las personas, observando que "es necesario que la gente sepa qué se hizo y que se dejó de hacer".
Requerido sobre los documentos policiales que se dieron a conocer públicamente en donde se señala que las causas de la desaparición de las menores se habrían debido a casos de abandono de hogar, drogadicción y prostitución, el ministro Insulza lamentó que se haya entregado ese tipo de informaciones y con carácter de conclusión en circunstancias que la investigación no había terminado.