SANTIAGO.- El presidente de Viñas de Chile, Rafael Guilisasti, manifestó su preocupación por la eventual instalación del vertedero Santa Marta de Lonquén debido a que provocaría un daño irrevocable en la producción vitivinícola de la zona.
Guilisasti, junto a los productores de vino de las provincias de Talagante y del Maipo, expresó sus aprensiones al proyecto, ya que éste no cumple con la legislación vigente ni con los reglamentos técnicos exigidos por las autoridades.
"En la medida en que a este proyecto le aumenten las exigencias técnicas para corregir sus incumplimientos dejaremos de manifestar inconvenientes para su instalación, pero por ahora debemos velar por asegurar a nuestros consumidores productos de calidad que respeten el medio ambiente y protejan la salud de las personas", dijo.
La construcción del vertedero de Santa Marta de Lonquén afectaría tres mil hectáreas de viñedos que están plantadas en el corazón de la provincia del Maipo y Talagante. Las pérdidas en ventas ascenderían a 80 millones de dólares, de los cuales el 80 por ciento corresponde a exportaciones y el resto a consumo nacional.
En cuanto a mano de obra, las cifras no son despreciables. La industria vitivinícola de este sector emplea en forma directa a tres mil trabajadores de manera permanente e igual número de personas durante las temporadas de vendimia.
Por último, Guilisasti recordó que la Comisión Regional del Medio Ambiente (Corema) exigió un seguro por daños ambientales al proyecto Santa Marta para cubrir las potenciales pérdidas del sector agroindustrial de la zona. Sin embargo, señaló que se hace necesario cuantificar el monto total de este seguro, porque sólo para el sector vitivinícola debe cubrir 120 millones de dólares por concepto de inversiones, y respecto al cálculo para el lucro cesante este debe realizarse sobre la base de las ventas anuales, que ascienden a 80 millones de dólares.
Declaró inaceptable el reclamo presentado por los titulares del Consejo Director -ministros- de la Comisión Nacional del Medio Ambiente (Conama) para eliminar esta exigencia.
En términos ambientales, el consultor Ricardo Katz explicó que existen otras alternativas de disposición de residuos domiciliarios y que el cierre del vertedero de Lepanto no provocará una emergencia sanitaria ya que existen otras alternativas capaces de recibir la basura de Santiago.
Enfatizó también que el proyecto en cuestión ha sido rechazado en dos oportunidades anteriores por la Corema Metropolitana, debido a falencias técnicas. Este año, sin embargo, le dio su aprobación sin haber presentado modificación alguna. El proyecto continúa basándose en el mismo Estudio de Impacto Ambiental que se hizo en 1997.
