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Ejército se reestructura para enfrentar los desafíos de los nuevos tiempos

En lo que es considerada la mayor cirugía en los últimos cien años, el comandante en Jefe del Ejército, Ricardo Izurieta, dio a conocer los planes que reestructurarán y modernizarán el diseño de las fuerzas para lograr un ejército más operativo e integrado a la sociedad civil hacia el 2010.

13 de Noviembre de 2001 | 14:52 | Mauricio Campusano/emol.com
Ricardo Izurieta en su charla de este mediodíaSANTIAGO.- En lo que calificó como el cambio más importante en el Ejército en los últimos cien años, el comandante en Jefe de la institución, teniente general Ricardo Izurieta, presentó públicamente este martes en qué consistirá la segunda parte del complejo plan de modernización en que se embarcó la institución a principios de la década pasada con la formulación del Plan Alcázar.

El máximo jefe castrense delineó las pautas que seguirá el plan de reorganización de las fuerzas del ejército, cuando a partir del 2002 comience a implementarse una reducción de las unidades –que incluirá regimientos, batallones y cuarteles- y que afectará, al año 2010, a un 46% de los 67 regimientos que en la actualidad componen la estructura funcional de la institución.

En la práctica, lo anunciado este martes por el general Izurieta implica la puesta en marcha de la segunda fase del denominado Plan Alcázar, el que a comienzos de la década de los ’90 fue concebido con el objeto de racionalizar y optimizar los medios humanos y materiales del Ejército en forma armónica con la realidad política, social, cultural y económica del país.

Por ello, la primera fase del proyecto –que está completamente operativo desde el año pasado- consistió en reformular la educación militar y los planes de estudios que reciben los oficiales y suboficiales de la Escuela Militar, la Academia de Guerra y la Escuela Politécnica.

Ello estuvo acompañado de una adaptación organizacional que desarrolló sistemas de gestión en niveles medios e inferiores; como también el logro de una proyección internacional al aportar contingente en misiones de paz y realización de cursos en el extranjero; y crear plataformas de apoyo como un nuevo sistema de salud y significativos avances en infraestructura social y de vivienda para el personal institucional.

En esta segunda fase, en tanto, la institución se abocará a reorganizar sus unidades operativas para conseguir un aumento notorio de los niveles de eficiencia, lo que pasa inevitablemente por la racionalización de la orgánica del Ejército, sin dejar de lado el principio de la calidad de la fuerza sobre la cantidad.

Tal como lo definió el general Izurieta, este es el cambio de mayor importancia en la institución en los últimos cien años, pues el plan tiene como objetivo principal dar la fisonomía de lo que será el Ejército de Chile del futuro, en el que el aspecto disuasivo, de cooperación internacional y mayor integración a la sociedad civil serán las piezas clave.

La oficialidad presente en el aula magna de la Escuela MilitarEn tal sentido, la modernización del Ejército tendrá como principal objetivo la racionalización de los costos que implica tener destacamentos en todo el territorio nacional, integrando distintas armas y servicios bajo un mismo mando táctico, pero también dotar de mayor operatividad, entrenamiento y despliegue a las tropas en tiempos de paz.

Estos aspectos permitirán tener un Ejército más operativo que en la actualidad, lo que redundará en respuestas más eficientes y coordinadas frente a desastres naturales o en casos de conflicto armado.

Para alcanzar estos objetivos a futuro, el general Izurieta reconoció que las comisiones involucradas para su implementación tomaron en cuenta un sinnúmero de factores, que van desde los nuevos riesgos que enfrenta la función de defensa, como el narcotráfico y el terrorismo; pasando por los nuevos desafíos a los que se verá enfrentada la sociedad y los imperativos que enfrenta la función militar en cuanto a la renovación del material bélico obsoleto y la pérdida de capacidad operacional de algunas unidades.

Por último, Izurieta justificó la modernización de la institución que dirigirá hasta marzo del próximo año en que se tendrá que ser más eficiente en los gastos con presupuestos institucionales que no crecen, fusionar regimientos y bases que están a escasos kilómetros de distancia y entregar mayor efectivos a la tropa al reducir la duplicidad de funciones que se produce en la actualidad con regimientos esparcidos en todo Chile.
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