El bello atardecer de la ciudad de Osorno ha perdido su romanticismo debido a los fuertes olores que, a partir de las 20 horas, despide el estado de putrefacción del río Damas, que cruza toda la ciudad. La población debe recibir, además, una molesta invasión de mosquitos y zancudos.
Estos fenómenos son producidos por la gran cantidad de desechos industriales que desembocan en los caudales, tanto del Damas como del río Rahue. Sin embargo, el Damas es quien más evidencia el daño debido a que su curso es pluvial, es decir, producido por precipitaciones de lluvia, que son mínimas en el verano. Con la baja de caudal, mejor se advierte el daño ecológico.
Los dardos de los vecinos apuntan a la lechera Soprole, que deriva sus residuos el estero Cuinco, ubicado a unos cien metros de la industria. A determinadas horas, una zanja transporta desechos industriales de color blanco intenso, cuyo contenido específico no ha sido aún determinado.
La acusación es clara: Según los lugareños, en declaraciones al diario Austral de Osorno, el departamento de Programas sobre el Ambiente (DPA) dependiente del Servicio de Salud Osorno, “no da suficiente importancia a las denuncias que hemos realizado desde el 14 de noviembre, lo que nos hace pensar seriamente que se trata de un departamento inoperante”.
La limnóloga de la Universidad de Los Lagos, Teresa Donoso, reconoció que el ambiente se hace insoportable en la noche, porque sin luz solar, no hay proceso fotosintético en ninguna parte del cauce —por lo tanto no se produce oxigeno— y predominan entonces los procesos de respiración.
Es lo mismo que sucede en una pieza donde duermen personas con las puertas y ventanas cerradas; por eso el olor es más fuerte en la noche.
Teresa Donoso señaló que a pesar de su mal aspecto, el Damas tiene una gran fortaleza. "Los ríos son como una persona joven. Esta puede estar muy enferma, pero esa juventud le permitirá una rápida recuperación, si se cuida. El río tiene una propiedad que se llama "autodepuración". Esta le permite recuperarse, si se le da el tiempo para caminar por tramos limpios que permitirán que se oxigenen las aguas".
"Cuando se detenga la tala de árboles, se planten nuevos en el nacimiento del río y se suspendan las descargas, no quedará más que fiscalizar correctamente. Luego, en el corto plazo, veremos las curvas ascendentes de todos los parámetros del Damas que hoy están reducidos", afirmó la profesional al matutino de Osorno.
La académica afirma que la muerte del río no está lejana. "Basta ver toda la materia orgánica anóxica que está sedimentando, porque ya no hay movimiento. La situación es realmente grave y es esa la razón que me llevó a hablar nuevamente".