FUJIMORI.- La fiscal de la Corte Suprema, Mónica Maldonado, recomendó hoy conceder la extradición a Perú de un ex asesor del Presidente Alberto Fujimori por el delito de "asociación ilícita".
Se trata del argentino Edgardo Daniel Borobio Guede, publicista y ex asesor de imagen de Fujimori, quien fue detenido el 13 de agosto pasado en Viña del Mar, donde había montado una empresa de publicidad.
Desde entonces Borobio, quien está casado con una chilena, se encuentra con orden de arraigo.
Tras detectar su presencia en el país, los tribunales peruanos pidieron su extradición por los delitos de peculado, tráfico de influencias y asociación ilícita.
La fiscal del máximo tribunal decidió recomendar al pleno de la Corte Suprema la aprobación de la solicitud de extradición, pero sólo por asociación ilícita para delinquir.
Explicó que las figuras delictivas de peculado y tráfico de influencias sólo son aplicables a los empleados públicos, de acuerdo a la legislación chilena.
Las investigaciones contra Borobio Guede son llevadas en Perú por los jueces Angela Bascoles y Jorge Barreto.
Su arresto fue solicitado con el objeto de esclarecer la influencia que habría ejercido el asesor de inteligencia de Fujimori, Vladimiro Montesinos, para solucionar los problemas judiciales que en 1998 tenía la empresa chilena de fideos Lucchetti en la instalación de una planta en Lima.
Los contactos entre los ejecutivos de Lucchetti y Montesinos fueron revelados en algunos videos grabados por el ex hombre fuerte de Perú.
En una de las grabaciones, filmada el 8 de enero de 1998, aparecen Montesinos, el presidente del directorio de Lucchetti Perú, el chileno Gonzalo Menéndez, y Edgardo Borobio, a quien se acusa de haber actuado como intermediario en estas negociaciones.
Este encuentro ocurrió justo en momentos en que Lucchetti libraba una batalla judicial contra el municipio de Lima, que consiguió suspender durante tres meses la construcción de la fábrica.
El ayuntamiento limeño argumenta que el funcionamiento de la fábrica en terrenos aledaños a la reserva ecológica Pantanos de Villa perjudica el equilibrio ecológico de la zona, por lo que mantiene un firme rechazo a la instalación de la fábrica.
Este litigio hizo perder varios millones de dólares a Lucchetti en Perú en 1997.
