SANTIAGO.- La Fuerza Aérea insistió hoy en que el año 1999 realizó un sumario interno en el que se concluyó que no existieron comisiones o pagos ilícitos por la compra de 25 aviones Mirage Elkan a Bélgica, los que renovaron la vieja flota de Hawker Hunter de origen británico.
Esto, a raíz de que las autoridades belgas reactivarán la investigación sobre una presunta corrupción en dicha adquisición, que habría ascendido a unos 15 millones de dólares, y donde habrían estado involucrados miembros de la institución.
Fuentes de la rama castrense precisaron que la FACh no efectuará comentarios al respecto, debido a que este es un asunto que ya fue sometido a una investigación que arrojó un resultado, donde no hubo funcionarios involucrados en ningún tipo de "transacción indebida".
El diario Le Soir, informó que la policía belga interrogó el martes último a funcionarios del Estado Mayor de la Fuerza Aérea de ese país, de la empresa aeronáutica Sabca y del Office de Ducrorie (organismo que se beneficia de la garantía del Estado para favorecer las exportaciones belgas), con el fin de dar con documentos que acrediten el pago de 15 millones de dólares en comisiones por la operación de reventa de los Mirage 5, por más de 109 millones de dólares.
Según el diario, los pagos fueron "sobornos" que se entregaron a "personalidades políticas socialcristianas". En dicho año, 1999, el diputado PPD Nelson Ávila, denunció este caso como "comisiones brujas", lo que fue desmentido entonces por el senador institucional, Ramón Vega, quien fuera comandante en jefe de la institución al momento de esta compra.
El informe entregado por la Fuerza Aérea tras dicho sumario, desestimó las denuncias de Ávila al precisar que "no existen comisiones pagadas a la FACh o por dicha entidad, ni a sus integrantes".
Los aviones Mirage Mirsip, que posteriormente fueron denominados Elkan, llegaron a Chile en 1994. Antes de que los Mirage fueran adquiridos por la FACh, el general Jacques Lefebvre, quien estaba a cargo de la empresa Dassault, ordenó un proceso de modernización de las naves que primero habían sido compradas por Bélgica en 1969.
El general, ex jefe de la Fuerza Aérea de ese país se suicidó el 7 de marzo de 1995, día en que estaba citado a declarar en los tribunales. No obstante, dejó varias cartas, entre las que apareció un texto fechado en 1993 donde confirmaba su intervención en la venta de los Mirage a Chile.
El documento decía que "cuando ayudamos a sociedades belgas, como es el caso de Pakistán o de Chile, nosotros firmamos los acuerdos con agentes locales remunerados como lo requiere la práctica en el comercio internacional. Después de las pesquisas a Europavía, los documentos relativos a Chile fueron confiscados. Ellos son confidenciales. Su divulgación en los medios sería catastrófica porque se descubriría la red local y nuestros agentes estarían en dificultades".