BOGOTA.- La guerrilla de las FARC advirtió que extender la ayuda militar de Estados Unidos a Colombia a la lucha contrainsurgente podría intensificar el conflicto armado hasta niveles superlativos, en momentos en que Washington señala que la defensa de la infraestructura y el combate al secuestro podrían ser incluidos en dicha ayuda.
Andrés París, uno de los voceros de las FARC que regularmente participa en las negociaciones de paz con el gobierno, advirtió sobre las implicaciones que tendría el hecho de que la ayuda estadounidense al país -1.300 millones de dólares del Plan Colombia destinados originalmente a la lucha antidroga-, se desvíe al combate antiinsurgente.
"En el día de ayer y en estos días recientes ha ocurrido un hecho muy grave que va a escalonar el conflicto a niveles superlativos, y es la autorización norteamericana de utilizar los recursos militares y económicos del Plan Colombia para el combate contra la guerrilla", dijo París.
París hacía referencia a declaraciones del subsecretario de Estado norteamericano para Asuntos Políticos, Marc Grossman, quien en su visita de tres días a Bogotá, dijo que la reciente ofensiva de las FARC demuestra que ese grupo no tiene voluntad de paz, y que su gobierno estudia la posibilidad de extender la ayuda antidrogas a la lucha antiguerrillera.
"Este elemento va a potenciar el conflicto social y armado si el gobierno no toma medidas urgentes para evitar que esta orientación norteamericana se cumpla", enfatizó el vocero de las FARC.
La declaración de París se produjo apenas horas después de que las FARC y el gobierno acordaran que las negociaciones que llevan a cabo desde hace tres años estuviera acompañado de acá en adelante por la comunidad internacional representada por las Naciones Unidas y diez países amigos del proceso de paz.
El gobierno colombiano ha pedido desde noviembre pasado que la ayuda del Plan Colombia pueda ser utilizado en la lucha contra los grupos irregulares.
Al comienzo de esta semana esa petición pareció comenzar a concretarse, cuando el presidente George W. Bush anunció que pediría al Congreso una ayuda adicional de 98 millones de dólares a la defensa de la infraestructura energética colombiana.
La delegación estadounidense en Bogotá, encabezada por Grossman, concretó aún más el destino de esa ayuda: sería utilizada para defender el oleoducto Caño Limón-Coveñas, de 800 km, el principal del país, dinamitado por la guerrilla 170 veces el año pasado y 13 veces en lo que va corrido de 2002.
Este viernes la propuesta se amplió, de acuerdo con un informe del diario El Tiempo desde Washington, que señala una posible autorización para que dos helicópteros antidrogas sean derivados al Gaula, entidad de la policía que se dedica a la lucha contra el secuestro.
Esta información se basa en una carta que cuatro congresistas estadounidenses enviaron al subsecretario antinarcóticos Randy Beers, quien estuvo esta semana en Colombia.
La misiva pide a Beers "clarificar la política en torno al uso de los recursos antinarcóticos, especialmente helicópteros para la lucha antiterrorista y antisecuestro en Colombia".
No obstante el viraje que parece estar dando la cooperación entre Bogotá y Washington, el presidente Andrés Pastrana llamó este viernes a su futuro sucesor a perseverar en la búsqueda de un acuerdo de paz con los rebeldes izquierdistas, señalando que "el espacio de la confrontación armada como alternativa para encarar la problemática nacional es cada vez más reducido".
Según la privada Fundación País Libre, de los 2.856 casos de secuestros que se presentaron el año pasado, 714 fueron atribuidos a las FARC y 260 a los paramilitares de extrema derecha.
Un reporte del Comité de Relaciones Internacionales del Congreso norteamericano estima que 40% de los recursos que manejan las FARC proviene del secuestro.
Washington considera como "organizaciones terroristas extranjeras" a las FARC (16.500 efectivos) y al Ejército de Liberación Nacional (ELN- 4.500), así como a los paramilitares derechistas, enemigos acérrimos de la insurgencia, a los que también acusa de financiarse con el narcotráfico.