SANTIAGO.- El Instituto de Salud Publica (ISP), descartó que la causa del deceso de la menor Tamara Molina Uribe haya sido el virus Hanta, según confirmó hoy el ministerio de Salud.
El caso de la niña de diez años, quien falleció el pasado sábado producto de un edema pulmonar -según el informe de la autopsia practicada por el Instituto Médico Legal-, fue impugnado por la familia de la pequeña por un supuesto mal diagnóstico efectuado en el Servicio de Atención Primaria de Urgencia (Sapu) del consultorio Carol Urzúa de Peñalolén, donde el equipo médico que atendió la derivó a su casa.
Los síntomas de la menor (dolor de cabeza, de abdomen y vómitos) hicieron que sus padres la trasladaran nuevamente al recinto asistencial, donde murió por falta de atención médica según ellos mismos señalaron.
Este cuadro clínico hizo sospechar al Servicio de Salud Metropolitano Oriente, ante lo cual se solicitó al ISP analizar una muestra de sangre de Tamara para determinar si murió a causa del hanta, teniendo como antecedente que fue de paseo junto a su familia a Isla Negra, Quinta Región, donde permaneció del 20 al 30 de enero, alojando en unas cabañas de la municipalidad de Ñuñoa las que -dijeron sus padres- no contaba con las medidas de higiene necesarias.
Negativo el resultado de análisis, el servicio respectivo encargó a la dirección del consultorio Lo Hermida de Peñalolén realizar un sumario para establecer las responsabilidades que le competen al equipo médico que asistió a la menor.