SANTIAGO.- Satisfecho por presidir la Corte de Apelaciones de Santiago, la de mayor volumen de trabajo para el poder judicial, se mostró esta mañana el presidente de la instancia Jorge Rodríguez Espoz en su último día en este cargo.
En su despedida, Rodríguez hizo un balance positivo de la actividad del año, pero reconoció las dificultades que arrastra el tribunal: “las causas pendientes –47 mil- son una preocupación para el poder judicial en general, pero es un problema producido por el alto ingreso de causas al tribunal y la cantidad de recursos de protección interpuestos, que impiden el normal funcionamiento de la tabla ordinaria".
Respecto de la solicitud impulsada por el gobierno para crear dos nuevas salas en la Corte de Apelaciones el magistrado aclaró que “aún cuando permitirá absorber el retardo en parte, no es la solución del problema ya que complicará en el tema del recinto porque no hay espacio físico y dificultara el manejo por parte de la presidencia que ya con ocho salas es dificultoso”.
Aunque reconoció que “el problema presupuestario sería menor en el caso de crear dos nuevas salas en vez de dos nuevas cortes de apelaciones” –aspiración del poder judicial- el magistrado aclaró que el tema se complica con la próxima inserción de los tribunales orales.
Jorge Rodríguez Espoz dejará su cargo al ministro Carlos Cerda mientras que él se hará cargo de la primera sala de esta corte de apelaciones.