SANTIAGO.- "Un cáncer de este tipo debe combatirse y extirparse de inmediato", manifestó esta mañana el subsecretario de Justicia, Jaime Arellano, respecto de los casos de corrupción vinculados a la fuga de 27 reos del penal de Calama, ocurrida el jueves 21 del presente mes.
El personero se reunió con la plana mayor de Gendarmería para instriur una reorganización del organismo a nivel nacional y estipular la creación de un departamento de fiscalización al interior de él, encargado de revisar irregularidades como la corrupción vinculada a la citada fuga.
Si bien Arellano reconoció los adelantos de la institución como la "organización de un plan a largo plazo con construcción de cárceles licitadas y la incersión de 3.500 nuevos gendarmes, se presentó una situación nueva, con conductas que apuntan a un nivel de traición a los principios de Gendarmería y su función pública", según recordó.
La instrucción de la cartera de Justicia ordena a la plana alta de Gendarmería, la entrega en quince días de un plan de reorganización de la institución, región por región y a nivel nacional; la agudización del trabajo en terreno del criticado director nacional, Hugo Espinoza, y de los mandos regionales; y la creación del departamento de fiscalización.
Respecto de la continuidad de Hugo Espinoza, el subsecretario de Justicia descartó que esto representara el retiro de la confianza, pero sin embargo lo consideró como un llamado de atención a Gendarmería: "Él (Espinoza) es el director y le hemos dado las instrucciones".
En cuanto al respaldo al director nacional o su posible destitución, Arellano manifestó: "Es una decisión que no me corresponde a mí, sino que al ministro de Justicia junto con el Presidente de la República".
Finalmente, un comunicado entregado en la Escuela de Gendarmería destacó que "la supervisión de este plan estará a cargo del subsecretario de Justicia, Jaime Arellano, quien se avocará a la evaluación permanente de las medidas aplicadas en el servicio".