SANTIAGO.- El ministro d Justicia, José Antonio Gómez, aprovechó la inauguración del año judicial para referirse a la situación actual de Gendarmería y la crítica surgida por la masiva fuga de reos en el penal de Calama, con corrupción de algunos funcionarios incluida.
El titular de la cartera manifestó que "si los problemas de la institución (hacinamiento, convivencia entre reos y gendarmes) se solucionara con la salida del director -Hugo Espinoza-, no cabe duda de que le pediríamos la renuncia. Pero como esa no es la solución, le otorgamos un plazo mínimo de quince días para presentar un plan que nos permita superar el periodo de trancisión.
La autoridad se refiere a la etapa que separa a la institución de su modernización a través de la construcción de diez penales nuevos y la incersión de 3.500 nuevos gendarmes a la planta.
Frente a las denuncias de torturas y apremios dentro de los penales, el ministro aseguró que se trata de situaciones que deben resolverse en los tribunales, sin embargo, criticó la existencia de estas conductas: "No es aceptable que existan situaciones reñidas con la Ley y la Constitución. Eso está prohibido en nuestros reglamentos y por eso se verán en tribunales".
Finalmente, Gómez destacó la creación de un departamento de fiscalización al interior de Gendarmería, que cumpla el objetivo de recibir todas las denuncias de irregularidades dentro del servicio carcelario nacional.
