SANTIAGO.- 104 fusiles M-16 (Colt y Hydromatic de EE.UU.), 33 fusiles FAL (de procedencia Belga), cuatro cohetes RPG 7 (De la ex Unión Soviética), 25 cargadores para armas, un lanza cohete, dos lanza granadas, treinta granadas y abundantes municiones fue el hallazgo del operativo que efectuó la Policía de Investigaciones en el marco de la operación "Navidad", señaló esta tarde el subsecretario del Interior, Jorge Correa Sutil.
Por las características del armamento, se supone que éste pertenece al que se internó en 1986 en Carrizarl Bajo, en la III Región, y del cual se encontró un barretín en Quilpué en febrero de 2001.
"El armamento estaba protegido por cemento y con material aislante. Buena parte de estas armas se encuentran aún en buen estado", dijo el subsecretario Correa.
Algunas de estas armas estaban envueltas en diarios de diciembre de 1988, lo que hace pensar que estuvieron enterradas durante 14 años sin ser removidas.
Según Correa, el hecho de que las armas hayan estado enterradas por tanto tiempo y que provinieran de Carrizal Bajo, "indica que el FMR estaría suficientemente desarticulado, pues (de lo contrario) las hubiesen usado".
"Esto no significa que el Estado chileno vaya a dejar de realizar las investigaciones pertinentes", dijo Correa, y agregó que el Gobierno tenía antecedentes hace una semana sobre esta incautación, a la vez que descartó la existencia de más armas en la zona aledaña al hallazgo de esta mañana.
Las armas fueron encontradas en una bodega contigua a la casa del ex militante comunista José Torres, y tenía como dimensiones 1,80m de alto, 2,50m de ancho y 2,70m de largo.
Era una vivienda especialmente hecha para ese fin y había sido aislada con ladrillo, plumabit y loza. Para despistar, había un gallinero y varios cachureos sobre la construcción.
Ultimo hallazgo de armas
Según antecedentes recogidos por EMOL, este hallazgo tendría relación con el último descubrimiento de arsenales provenientes de Carrizal Bajo, ocurrido en febrero de 2001, cuando la Policía de Investigaciones detectó una cincuentena de fusiles y cohetes antitanques en un depósito clandestino en Reñaca Alto.
El hallazgo correspondió a una treintena de fusiles M-16 estadounidenses y FAL belgas; cargadores y municiones, además de una veintena de cohetes antitanque RPG7 soviéticos y tubos lanzaderas para estos proyectiles. Fue descubierto en tambores bajo tierra en un predio del sector Lajarillas, cercano al restorán "La Cuca".
Esa parcela había sido habitada por el frentista Mauricio Hernández Norambuena, detenido en Brasil por el secuestro del empresario paulista Washington Olivetto.
Dueño de la casa donde se hallaron las armas
José Torres, quien se encuentra detenido por la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales, tiene 70 años, es ex militante del Partido Comunista, viudo y padre de tres mujeres, todas casadas, y llegó hace quince años a vivir al lugar, en Calle Uno, 1266 Villa Cruz del Sur, de Malloco.
Existen varias contradicciones sobre su forma de vida en el lugar. Estas discrepancias se dan entre los vecinos de Torres y quien hacía el aseo en su casa dos veces por semana, Jeanette Orellana.
Mientras los primeros dicen que en la noche se escuchaban disparos, Jeanette Orellana señala que era lógico por el tamaño de la parcela y que era necesario para poder espantar a los merodeadores.
Otro dato que entra en conflicto es el tema de las visitas. Los habitantes del sector señalan que Torres recibía extraños invitados en la noche, cuestión que fue desmentida por Orellana, quien señaló que eran familiares.
Sobre la detención de Torres, su ex empleada señaló a EMOL que ayer divisó dos personas extrañas que estuvieron observando la casa durante todo el día.
Con respecto al armamento, éste se habría guardado en una bodega contigua a la casa que, según Orellana, contenía cachureos. "Nunca divisé nada", dijo.
Otro dato que han aportado los vecinos es que José Torres era un personaje conflictivo, pero tanto la señora Orellana, como Carabineros, nunca se encontraron con denuncias al respecto.
Operación Carrizal Bajo
El año 1986 fue descubierto en la caleta de Carrizal Bajo, 90 kilómetros al sur de Vallenar, un cargamento de armas internado por el Frente Manuel Rodríguez.
El proceso judicial abierto antonces estableció que fueron tres cargamentos de pertrechos bélicos, de 100 toneladas cada uno, los cuales fueron ingresados al país en igual número de operaciones clandestinas. No obstante, nunca pudo detectarse el último envío que alcanzó a ser distribuido en el territorio nacional.
Las operaciones navieras se realizaron a bordo de barcos pesqueros que trasbordaron su cargamento a embarcaciones más pequeñas, las cuales viajaron de noche hasta playas abandonadas para hacer las entregas a camiones que trabajaron bajo la cobertura de transportistas de algas. Se presume que el FMR adquirió el cargamento en el mercado negro de armas y que lo ingresó al país con la complicidad de barcos cubanos.
En el juicio fue condenado a 10 años de prisión el actor Sergio Buschmann, hoy dirigente del FMR, quien tuvo una participación tangencial en la planificación de la operación. También fueron condenados los frentistas Juan Abarzúa y José Astorga, encargados del transporte de las armas en tierra, aunque los tres están en libertad provisional.
El ingeniero y dirigente del FMR Alfredo Malbrich, sindicado como uno de los organizadores de la internación del cargamento clandestino de armas, huyó de la cárcel de Santiago en febrero de 1990 junto a otra cincuentena de procesados por conductas subversivas. Malbrich dirigió la escapada masiva por túneles cavados bajo la calzada entre la vetusca prisión ubicada en calle General Mackenna -demolida posteriormente para construir edificios- y la estación Mapocho. Se cree que huyó a Bélgica.
