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Juez Silva Ibáñez cierra el sumario en caso Soto Tapia

La disposición fue comunicada por la abogada defensora de la víctima, Julia Urquieta, quien anunció acciones legales para la reapertura y una campaña de denuncia pública para dar a conocer las implicancias de que el caso esté a un paso del sobreseimiento.

19 de Marzo de 2002 | 16:11 | Nicolás Olea, EMOL
SANTIAGO.- El juez Manuel Silva Ibáñez ordenó ayer el cierre del sumario en el caso que investiga la muerte del conscripto Pedro Soto Tapia, ocurrida a fines de 1996. Según reveló a EMOL la abogada defensora Julia Urquieta, el magistrado habría estimado que no existen los antecedentes necesarios para continuar las pesquisas.

"Nosotros no compartimos la decisión, porque es la antesala para el sobreseimiento", manifestó la abogada, quien reveló que en este momento los antecedentes se encuentran en manos de la Corte Suprema por razones administrativas.

Al ser consultada por EMOL acerca de los pasos que seguirá la defensa en los próximos días, Urquieta declaró que apelarán para evitar el cierre del sumario y el sobreseimiento de la causa como consecuencia. Además, en compañía de los familiares del malogrado conscripto, realizarán una campaña de denuncia pública, donde revelarán el producto de la acción del juez Silva Ibáñez.

La abogada se encontraba en San Felipe, donde se entrevistó con el juez a cargo de la causa y con los familiares de Soto Tapia, quienes se encuentran "muy desalentados" por la decisión.

Una historia de nunca acabar

El conscripto Pedro Soto Tapia desapareció en el trayecto desde el Regimiento Yungay hasta su casa, el 15 de diciembre de 1996. Tres meses más tarde fue encontrado por scouts en las faldas del cerro La Virgen, dentro de un socavón.

La incógnita de la muerte del joven obligó al nombramiento del ministro en visita Manuel Silva Ibáñez, quien, luego de una serie de diligencias, ordenó la detención de Dagoberto Contreras, compañero de Soto, quien se atribuyó el asesinato. Sin embargo, días después reveló que su autoinculpación fue forzada y presionada.

Los peritajes revelaron abusos sexuales dentro del Regimiento Yungay, durante una ingesta de drogas. Pese a que el tribunal militar se declaró incompetente, porque el delito se habría cometido fuera del recinto, Dagoberto Contreras denuncia haber visto a Soto dentro del predio el día de la desaparición.

Las sospechas de participación de oficiales y suboficiales de Yungay, más la detención de cuatro inculpados, no fueron suficientes para el juez, quien declaró el cierre del sumario el 19 de agosto de 1997.

El caso fue reabierto y especialistas concuerdan que los restos del conscripto fueron manipulados. Tras conocerse testimonios de tenientes e incluso del obispo de Aconcagua, Manuel Camilo Vial, el nuevo ministro en visita, Patricio Martínez, cerró el sumario el 8 de agosto del año 1999.

Luego de una breve reapertura, se cerró el sumario por tercera vez, pero se reabrió gracias a la aparición de una testigo clave, María Magdalena Guerra, quien observó una golpiza contra Soto en el sector de las "caballadas". Sin embargo, y tras exámenes mentales a la testigo, se volvió a cerrar el sumario (09/11/1999), resolución confirmada por la Corte de Apelaciones de Valparaíso., con lo que el caso fue sobreseído.

El 14 de mayo del año pasado, la Sala Penal de la Corte Suprema reabrió el proceso por investigación incompleta. Un ex detective denunció colusión de Investigaciones con el fin de hacer aparecer como suicidio lo que sería el homicidio del conscripto.

A principios de este año, Dagoberto Contreras nuevamente se autoinculpó del asesinato, pero al día siguiente se retractó, denunciando presiones. Se le diagnostica un cuadro de "reacción vivencial".
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