SANTIAGO.- El ministerio de Salud confirmó esta mañana la existencia de 117 casos de dengue en la Isla de Pascua, doce de ellos fueron ratificados por un laboratorio y los 105 restantes presentan manchas rojas en la piel, fiebre, dolores musculares y óseos lo que genera un nexo epidemiológico.
Estos casos corresponden a la enfermedad clásica de dengue en su forma más benigna por lo que la mayoría de los enfermos ya están de alta. Los 117 infectados corresponden al 3% de la población de la Isla de Pascua.
Sin embargo, las autoridades de salud destacaron que la epidemia se encuentra controlada por lo que se espera la colaboración de la población de la isla para acabar con el mosquito transmisor de la enfermedad. "Al mosquito le basta una tapa de gaseosa para reproducirse y si uno revisa de la isla encuentra envases de cerveza, tiestos de bebida", declaró el subsecretario de Salud, doctor Gonzalo Navarrete.
El ministro de Salud, Osvaldo Artaza, explicó –desde el Aeropuerto Arturo Merino Benítez- el funcionamiento de las ovitrampas que permiten establecer la naturaleza del mosquito por el intermedio de la captura de sus huevos. Las trampas se ubicaron en el aeropuerto para poder establecer, con antelación, la posible legada del mosquito al territorio continental.
Gonzalo Navarrete aseguró que si bien ha descendido la cantidad de mosquitos en Isla de Pascua de un 60% a un 5%, los insectos que quedan en este momento son más difíciles de reducir, por lo que se necesita el completo compromiso de la población para cooperar con la limpieza de su hogar: "Cada uno de los isleños tiene que limpiar su casa, no tiene sentido la fumigación previa".
El subsecretario recordó que el mosquito no vuela más de 150 metros por lo que, de hallarse uno, se puede fácilmente encontrar la fuente de propagación.
Respecto de las críticas isleñas al ministerio, que manifestaban que la acción se debió haber hecho mucho antes, Navarrete señaló que "el alcalde de Isla de Pascua está trabajando hace dos años. No podemos fumigar porque no es técnica ni sanitariamente aceptable, aunque parte de la población saí lo quiera".
