SANTIAGO.- El ministro de Salud, Osvaldo Artaza, adelantó este medio día que para financiar el denominado plan AUGE de la salud, el Gobierno considera hacerlo mediante un ajuste impositivo que provea los fondos necesarios para impulsar la reforma al sector.
Artaza concurrió esta mañana a entrevistarse con los presidentes de partidos de la Concertación, a quienes les explicó en qué consiste el plan de Acceso Universal de Garantías Explícitas que se pretende poner en práctica lo antes posible.
En la oportunidad, el ministro pidió además que los partidos oficialistas cierren filas ante la propuestas gubernamentales y pongan fin a las críticas y diferencias de opiniones que se han visto en las últimas semanas.
Tras la cita, el secretario de Estado dijo haber recibido un "amplio apoyo" de los dirigentes presentes y destacó el hecho de que hoy en día son muchas más las coincidencias que las diferencias que existen en todos los sectores, respecto de la necesidad que existe de reformar el sistema de salud, y garantizar un plan básico que cubra tanto a los afiliados del sector privado como de aquellos que pertenecen a Fonasa.
Por lo mismo, Artaza emplazó a la ciudadanía a ser solidarios con la forma en cómo se va a financiar este plan de salud, y advirtió a las isapres a que deberán resignar parte de sus utilidades anuales y cambiar la lógica de cómo han operado en el sistema durante las dos décadas de existencia.
Sin ser tajante al decir cómo se conseguirán los recursos para implementar el AUGE, el secretario de Estado dijo que "lo más probable es que signifique modificaciones y ajustes impositivos". En lo medular, y aun cuando no especificó cuando se dará a conocer la medida, en Salud y en Hacienda ya se tiene claro que la principal forma de financiamiento sería aumentando la carga impositiva que se aplica a los tabacos, el alcohol, al diésel o incluso el IVA.
Pero en Salud también hablan de quitar el subsidio estatal que reciben las isapres, y además -como advirtió una alta fuente del palacio de La Moneda- no descartan afectar el 3% de las cotizaciones que mensualmente hacen los afiliados al sector privado de salud.
Si el plan AUGE se incorporara a partir de hoy mismo, unos nueve millones de chilenos afiliados al Fonasa no contarían con recursos propios para financiar el plan. De ahí que Artaza haya se haya sumado este lunes en el esfuerzo comunicacional del Gobierno de concientizar a la población sobre la importancia y solidaridad que se necesitará de todos los sectores para implementarlo.
Los equipos técnicos de la Comisión de Reforma han estimado que, aplicado de manera íntegra, el plan de salud propuesto por el Gobierno costaría uno s$124.045 anuales por beneficiario del sistema público.
Esto se traduce en que la cotización mensual para financiar el plan deberá ser de $10.337 como mínimo.
En términos concretos, el AUGE es un listado de prioridades sanitarias donde las enfermedades más frecuentes y de mayor costo pasan a ser las más importantes, teniendo una cobertura total. Por contraparte, las prestaciones que impliquen menos riesgo y menor costo, tendrán un copago mayor del usuario.
Artaza insistió este lunes en que si se aplicara hoy, el 86% de los afiliados a Fonasa no contaría con los recursos para financiarlo. Esto quiere decir que sólo 1.400.000 beneficiarios de Fonasa - de los 10.500.000 identificados- podría acceder por sus propios medios al plan.
El resto, 9.100.000 beneficiarios, deberán ser subsidiados parcial o íntegramente por el Estado a través de un fondo solidario.
En cambio que en el sistema privado, el 90% de los casi tres millones de afiliados está en condiciones de asumir un plan de estas características, con el sólo hecho de cotizar su 7% mensual.